Principales Monumentos Porteños

En la ciudad de Buenos Aires hay hermosísimos monumentos que embellecen plazas y parques. Algunos fueron regalos para el primer centenario de la Revolución de Mayo de 1810, otros rinden homenaje a héroes de la Patria o ex presidentes, hay uno que recuerda el cuento de Caperucita, están los que recuerdan oficios, deportistas y también al tango.

El primer monumento Patrio fue la Pirámide de Mayo, construida por el alarife, Cañete en 1811, conmemorando el primer año de la Revolución de Mayo, luego se fueron sumando otros, realizados en mármol, piedra, bronce y en los últimos años, debido al vandalismo, las roturas, pintadas y hasta robo de algunas esculturas, que luego cuesta tanto reponerlas, se realizan esculturas contemporáneas con fibra de vidrio.

Aquí podrás ver algunos de los monumentos de las citadas categorías:

Primer monumento Patrio, inaugurado en 1811, frente al cabildo. Cabe destacar que la pirámide actual, situada e el centro de la Plaza de Mayo, fue obra de Prilidiano Pueyrredón, conserva en su interior la primera pirámide y fue inaugurada en 1856.

Realizado por el escultor francés, Emile Peynot e inaugurado en 1910. Uno de los primeros regalos que recibió la Argentina para el Centenario de la Revolución de Mayo.

Situado en la Plaza San Martín, fue el primer monumento ecuestre en nuestra ciudad. Fue realizado por el escultor francés; Louis Doumás e inaugurado el 13 de julio de 1862 (solo la escultura ecuestre). Con motivo del Centenario de la Revolución de Mayo, se convocó al artista alemán, Gustavo Eberlein, quien realizó los relieves del pedestal, que realzan la figura de San Martín y los ejércitos de la Independencia y cuatro grupos alegóricos ubicados sobre pedestales, que representan: La Partida, La Batalla, La Victoria y El regreso del vencedor.

Situado en Plaza Lavalle, sobre la acera de la avenida Córdoba, entre Libertad y Talcahuano fue realizado por el escultor Pedro Ferrari e inaugurado el 12 de octubre de 1972, en homenaje a quien fue dos veces presidente de la Nación.

Situado en la Plaza de los dos Congresos, es una obra realizada en bronce por el escultor, Raúl Cano y fue inaugurado el 9 de septiembre de 1999, en homenaje a uno de los líderes del Partido Radical.

Realizado por el escultor francés Jean Carlus en 1937, recrea una escena del cuento Caperucita Roja, escrito por el francés, Charles Perrault, quien también fue el autor de El Gato con Botas, La Bella durmiente, La Cenicienta y otros clásicos de la literatura infantil.
El monumento estuvo primero en la Plaza Lavalle hasta 1972, cuando se decidió emplazarlo en Av. Sarmiento (Parque 3 de febrero), en el barrio de Palermo.

Realizado por el escultor Ernesto Scaglia está emplazado en la calle Caminito, en el barrio de La Boca, realzando la destacada labor de los bomberos.

Se encuentra emplazado en un sector del Parque de los Patricios, frente a la sede del Club Huracán, fue realizado por la escultora Mariana Brhuega e inaugurado el 11 de octubre de 2003, recordando al destacado boxeador trágicamente desaparecido.

Emplazado en Azucena Villaflor 435, en el barrio de Puerto Madero, fue realizado por el escultor español, Joaquim Ros Sabaté y se inauguró el 15 de noviembre de 2005, conmemorando los diez años del fallecimiento del quíntuple campeón de Fórmula 1.

La imagen realizada por el escultor, Fernando Pugliese (el mismo artista que realizó las de Alberto Olmedo y Javier Portales), se encuentra emplazada en la vereda del Teatro Gran Rex.

Situado en la esquina de avenida Corrientes y Uruguay, ha sido uno de los monumentos más vandalizados de la ciudad. Fue realizado por el escultor Fernando Pugliese, que la hizo en fibra de vidrio y resina epoxi y se inauguró el 2 de noviembre de 2011 como un homenaje a estos dos queridos actores cómicos.

El monumento al tango es el primero que se realiza en el mundo a un género musical. La obra de los artistas Alejandro Coria y Estela Trebiño fue elegida mediante el Concurso de Arte Urbano en Homenaje al Tango, para el que hubo 71 postulaciones.
El jurado estuvo compuesto por los arquitectos Clorindo Testa, Silvia Fajre y José María Peña y los escultores César Fioravanti, Raúl Santana y Carlos Estévez.
La obra, bautizada Fueye, tiene cinco metros de altura y pesa dos toneladas. Su figura evoca un bandoneón y fue realizado enteramente en acero inoxidable.. La escultura costó 350.000 pesos.