Monumento al Gral. San Martín y a los Ejércitos de la Independencia
El pueblo chileno tuvo la idea original de levantar un monumento al Gral. San Martín, encargando al escultor francés Louis Daumás la ejecución de la obra.
Al tomar conocimiento de esto, el gobierno argentino actuó rápidamente encargando al mismo escultor el monumento que rinde homenaje al héroe máximo de nuestra patria, siendo inaugurado en 1862.
Los dos monumentos son iguales, excepto por la cola del caballo que en el de Argentina flamea al viento y en el monumento chileno, la cola está apoyada en la base del pedestal, para que tenga un punto de apoyo, ya que Chile es una zona donde puede haber movimientos sísmicos.
El monumento consistía solo en la escultura ecuestre, hasta que para el centenario de la Revolución de Mayo, el escultor alemán, Gustavo Eberlein se encargó de embellecer el pedestal, enalteciendo la figura del Libertador y honrando a los Ejércitos de la Independencia.
La base del monumento es de granito sueco y las esculturas, placas y emblemas fueron realizados en bronce fundido.
Fue el primer monumento ecuestre en nuestra ciudad.
Para el centenario de su natalicio (25 de febrero de 1878) se designó a esta plaza con el nombre de Plaza Libertador General San Martín. En vísperas de este acontecimiento, el presidente Nicolás Avellaneda, creó una comisión que se ocupó de repatriar los restos de San Martín, para lo cual se construyó un Mausoleo en la Catedral Metropolitana.
Dos años después, cuando llegaron los restos a nuestro país, fueron recibidos con una emotiva ceremonia en esta Plaza y luego un cortejo lo acompañó hasta su última morada en la Catedral. A su paso por la calle Florida, una lluvia de pétalos de flores fueron derramados desde los balcones.
Susana Espósito - Publicada el Lunes 15/08/20 - 1757 caracteres
|