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¿Quién dijo que todo está perdido? él vino a ofrecer su corazón...
Como dice la canción de Fito Páez "Yo vengo a ofrecer mi corazón", así lo pone en práctica un jovencito de 17 años, llamado Facundo Olivera. Vive en Lomas de Zamora, puso su propia barbería y le corta el pelo a adultos mayores, GRATIS.
Ya estamos hartos de ver noticieros y leer diarios, sobre motochorros, entraderas, salideras, arrebatos y asesinatos que podrían evitarse, porque aún cuando la víctima de un asalto, no se rinde y entrega todo, terminan matándolo. Ni que hablar de los adultos mayores, a quienes muchas veces torturan o matan por unos pocos pesos.
Sin embargo, no todo está perdido y, como dice la citada canción, existen jovencitos como Facundo, quien considerando que "todos vamos a llegar a esa edad", ha decidido todos los lunes de 9 a 16, cortarles el cabello gratis a los adultos mayores. No hay necesidad de mostrar carnet de jubilados, nada de eso, porque el jovencito dice: “No tienen que mostrar ningún carnet. Yo les creo. Si vienen y me dicen que son jubilados, para mí alcanza”.
Su gesto solidario que rápidamente se viralizó en redes sociales, le valió el reconocimiento de la comunidad. La noticia corrió rápido, se viralizó en redes sociales y despertó una oleada de mensajes positivos que llegaron incluso desde otras provincias. A los pocos días, Facundo ya tenía una fila de adultos mayores que esperaban por su turno. Lo más importante es que no solo se iban con el pelo recién cortado, se iban con una sonrisa.
Instalado sobre la calle Alsina al 2000, el emprendimiento de Facundo es mucho más que un negocio, también es un refugio para quienes atraviesan dificultades económicas. Con empatía y vocación de servicio, decidió devolver algo a los mayores que, según él, “hoy la están pasando mal y merecen una mano”.
Facundo está cursando 5° año del colegio secundario, por la noche, cuando finaliza su jornada laboral y al otro día, bien temprano. Estudió barbería a los 13 años, cuando sintió curiosidad por ese oficio, luego de acompañar a su madre a una peluquería. Se anotó en cursos, aprendió de cero y ya hace cuatro años. Ahora tiene su propio local y sueña con poder expandirse.
Según ha comentado, también le interesaría estudiar criminología, una vocación que le surgió mirando series como “Flash”, donde los protagonistas resolvían casos con pericia forense. “Quiero seguir creciendo. Me gusta la barbería, pero también quiero aprender otras cosas”, asegura.
La barbería se llama “Sin Retroceso” y el nombre no parece casual. Facundo Olivera encarna ese espíritu de avanzar pese a todo. Viene de una familia trabajadora, pasó por varias mudanzas en el sur del conurbano y con esfuerzo logró establecerse por cuenta propia. Es uruguayo de nacimiento –llegó a Argentina con apenas seis meses– y aprendió a forjar su camino a base de dedicación.
Felicitaciones para Facundo por su empeño y dedicación, por su deseo de progresar y por su empatía y solidaridad. Es deseable que su ejemplo sirva como referente para tantos otros chicos que no saben qué hacer de su vida y muchas veces, toman caminos equivocados.
Para quienes quieran conocer más a Facundo, pueden seguirlo en Instagram (@sin_retroceso).
Susana Espósito - 3206 caracteres – Domingo 28/09/25
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