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Un viaje al pasado-Historia de la Aduana TaylorLa Casa Rosada es el lugar al que muchos sueñan llegar. Algunos lo lograron, pero pocos se fueron por la puerta grande y no siempre dejaron una huella que merece ser recordada. Pero, si nos referimos específicamente al lugar donde se instala el presidente de la Nación, vale la pena recordar cuál es su historia. En principio diremos que allí, en el solar que ocupa la Casa Rosada, estuvo el fuerte de Buenos Aires, la casa de los gobernadores y también fue allí donde se construyó la Aduana Taylor, que representaba el poderío económico de aquellos tiempos. Había sido construida entre 1855 y 1857, en el lugar que había ocupado el fuerte y permaneció durante poco más de tres décadas, hasta que fue demolida, en 1884, cuando se creó Puerto Madero. La aduana llevó el nombre de quien la proyectó, el ingeniero, Edward Taylor y por eso se le dio ese nombre. Según la arqueóloga, el edificio estaba formado por un patio de maniobras de unos 100 metros de largo por 20 metros de ancho, por otro corredor similar que albergaba a la administración donde se recibían los productos y un depósito de mercaderías que tenía forma semicircular o de hemiciclo que en su parte recta daba al patio de maniobras y en la circular al río. En la mitad del semicírculo salía un muelle de madera que se adentraba en el río unos 300 metros. El arquitecto y arqueólogo, Daniel Gastón Schávelzon, escribió en su libro "Arqueología de la ex Aduana Taylor": "La aduana comprendía un conjunto de varios edificios entrelazados de los cuales el principal era el usado para depósitos, con forma semicircular y avanzado sobre el río. El edificio central estaba totalmente realizado de mampostería revocada con un color gris claro en el estilo neoclásico de su tiempo, con arcadas que ciertamente aún remedaban la tradición colonial. Constaba de un basamento, planta baja y dos pisos altos con una torre central que poseía un faro de poco más de 20 metros de altura que, según referencia de los visitantes, era visible aún a varios kilómetros adentro del estuario”. Mientras que la fachada curva estaba compuesta por un basamento de dos pisos de arquerías de medio punto que aligeraban su pesada masa de carácter romano. “Desprovisto casi de decoración, su énfasis en un lenguaje de formas elementales hace recordar el clasicismo romántico que a comienzos del siglo XIX había dominado la escena de la Inglaterra en la cual se educó Taylor. Por detrás estaba el gran patio de maniobras y, metidas en la barranca misma, había dos grandes galerías abovedadas para depositar mercaderías”, detallaba. Fue el primer edificio de características monumentales de toda la ciudad y estaba pintado de blanco así que llamaba mucho la atención. Además, se levantaba en una zona que, por lo menos en el siglo XIX, no era muy pintoresca ya que había muchas pulperías, bares, era una zona de puerto bastante deslucida. Cuando se demolió la aduana, solo se tiraron abajo el primer y segundo piso de manera que se conservaron la planta baja del depósito semicircular, todo el patio de maniobras junto con sus dos túneles y el corredor de galerías.
Actualmente, los restos de la Aduana de Taylor forman parte del Museo Casa Rosada, inaugurado en 2011 como Museo del Bicentenario. El patio de maniobras y diversas estructuras del edificio del siglo XIX fueron incorporados. Entre 2009 y 2011, un equipo de arqueólogos e investigadores realizó un trabajo sobre la aduana de Taylor supervisado por el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Ministerio de Cultura de la Nación), órgano de aplicación nacional de la Ley 25743 de Protección de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico. Integraban el grupo estudiantes y graduados de la carrera de Arqueología, provenientes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y del Museo Etnográfico. El objetivo fue recuperar la mayor parte de restos de la aduana y sus objetos, mediante una intensa tarea de excavación y ahora, parte de todo lo recuperado, unos 28 mil objetos, se expone en el Museo de la Casa Rosada, inaugurado en 2011. Una de las especialistas cuenta que se encontraron vasos, platos, botellas, todo perteneciente a la vida cotidiana del siglo XIX; asimismo se descubrieron elementos propios de la aduana como un sistema de movilidad de mercaderías. También hallaron una habitación que pertenecía al depósito con un techo que tenía esta bovedilla de hierro con ladrillos comunes que Eiffel planteaba como una forma constructiva muy novedosa para la época. Es muy interesante visitar el Museo de la Casa Rosada y llevar a los chicos, para que conozcan parte importante de nuestra Historia, desde la fundación de Buenos Aires, el entorno de la Plaza de Mayo, el Cabildo, la Catedral y por supuesto, la Casa Rosada, lugar desde donde gobiernan nuestros presidentes. Susana Espósito - 4838 caracteres – Martes 15/04/25 |