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    Desde 01/01/2016




    Transforman diez calles del microcentro

    El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana del Gobierno de la Ciudad puso en marcha la reconversión de las calles Tucumán y 25 de Mayo, una obra que repercutirá de manera directa en unos 30.600 vecinos y comerciantes.

    Obras calles microcentroCon un presupuesto de $6039 millones y un plazo de ejecución de 14 meses, el proyecto abarca la transformación de diez cuadras con el objetivo de crear espacios más amigables para los peatones, sumar áreas verdes y reducir la contaminación sonora y ambiental en la zona.

    El diseño contempla la ampliación de veredas y la reducción de la calzada vehicular a un solo carril, sumando en total 2918 m² de espacio peatonal y 406 m² de superficie verde. Además, se plantarán 85 árboles nuevos, se instalarán 35 farolas y se agregarán bancos y cestos de basura en distintos puntos estratégicos.

    “La renovación de las calles Tucumán y 25 de Mayo es una obra clave en una de las zonas más transitadas de la ciudad. Con más de 2900 m² de nuevo espacio peatonal y más zonas de descanso, transformará el entorno para el disfrute de miles de vecinos y comerciantes”, afirmó Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.

    Desde el Gobierno porteño destacan que la reconversión de estas calles se enmarca dentro de un plan más amplio para revitalizar el Microcentro, una zona que desde la pandemia experimentó una fuerte caída en la actividad comercial y quedó marcada por la gran cantidad de oficinas vacías. La iniciativa busca generar un entorno más atractivo, con áreas que promuevan actividades recreativas y gastronómicas al aire libre, replicando experiencias similares llevadas a cabo en barrios como Caballito, Villa Crespo y Retiro.

    Sin embargo, no todos están muy contentos. Algunos vecinos consideran que la ampliación del espacio peatonal y la reducción de la calzada pueden generar complicaciones en la circulación vehicular, favorecer la instalación de personas en situación de calle y aumentar la inseguridad en la zona.

    “La última vez que hicieron algo así, nos prometieron que iba a mejorar el barrio, pero lo único que pasó es que terminó lleno de gente durmiendo en los bancos y con colchones en las esquinas. ¿Quién nos garantiza que ahora no va a ser igual?”, manifestó una vecina de la zona y también otros frentistas y comerciantes, que si bien consideran que es necesaria una renovación, temen por el tema de inseguridad y suciedad que genera tener gente en situación de calle, durmiendo y haciendo sus necesidades en las veredas.

    Otro punto de conflicto es la afectación al tránsito durante el período de obras. Actualmente, la calle 25 de Mayo, entre Av. Córdoba y Tucumán, y Tucumán, entre L. N. Alem y Reconquista, permanecen cerradas al tránsito vehicular. La primera etapa de la obra durará dos meses, tras lo cual se avanzará con nuevos cortes en otros tramos. “Si bien los frentistas tienen garantizado el acceso a sus viviendas, es fundamental que planifiquen sus desplazamientos considerando estas restricciones”, informaron desde el Gobierno porteño a este medio.

    También preocupa a los comerciantes la posible disminución de ventas, ya que mientras se realicen los trabajos habrá veredas levantadas, volará polvillo y todo eso ahuyenta a los clientes. “Las ventas ya venían mal y ahora, con la obra, la gente evita pasar por acá. No es solo que las veredas están rotas y cuesta caminar, sino que el ruido y la suciedad hacen que muchos prefieran esquivar la zona. A largo plazo puede ser bueno, pero en el corto plazo nos deja en una situación muy complicada. Estamos perdiendo clientes todos los días”.

    Otros, en cambio, se muestran optimistas respecto al impacto que la renovación podría tener en la zona. “Hace años que venimos pidiendo que hagan algo para que el Microcentro no sea solo oficinas vacías y calles apagadas después de las seis de la tarde. Ojalá esto ayude a traer más movimiento, que haya más locales abiertos, más circulación de gente y que la zona recupere vida. Si logran que el lugar sea más seguro y atractivo, puede ser una buena oportunidad para todos”, expresó otro vecino de la zona.

    Las autoridades sostienen que la intervención mejorará la seguridad en la zona gracias a la instalación de nueva iluminación peatonal y a la reorganización del espacio público, incluyendo la disposición de contenedores de basura en áreas específicas para evitar la acumulación de residuos en las veredas.

    Por otra parte, las “calles verdes” son una iniciativa que apunta a reducir el espacio destinado a los automóviles y priorizar a los peatones, incorporando mobiliario urbano y áreas de descanso. Según los expertos, este tipo de intervenciones mejoran la calidad ambiental de la ciudad, mitigan el efecto de las islas de calor y fomentan la biodiversidad al incrementar la cantidad de espacios verdes.

    Desde el Gobierno porteño aseguran que la obra está pensada para potenciar el desarrollo del Microcentro y que el impacto de la transformación se evaluará con el tiempo. Mientras tanto, los trabajos avanzan, generando expectativas, dudas y debates entre los vecinos y comerciantes de la zona.


    Susana Espósito - 5105 caracteres – Jueves 06/03/25