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Consejos vendo y para mí no tengoEl sábado 11 de enero, mediante un documento aprobado por el Vaticano, se aprobó la admisión de sacerdotes homosexuales y podrán admitir candidatos gay, haciendo la acotación que les exige el voto de castidad... Lo cierto es que el mundo entero sabe que dentro de la Iglesia hay sacerdotes gay, bisexuales y mujeriegos. Hay para todos los gustos y lamentablemente también existen los pedófilos, los abusadores, que abusaban también de las monjas, y sacerdotes que también tienen sus negociados, se meten en decisiones políticas, etc. Los hay para todos los gustos y por lo tanto, como se predica con el ejemplo... ¿cuál estarían dando? Según un documento aprobado “en vía experimental” por tres años por el Dicasterio del Clero para la Conferencia Episcopal italiana, que entró en vigor este jueves, los seminarios italianos podrán admitir candidatos gay, siempre y cuando -y tal como se le exige también a los candidatos heterosexuales-, garanticen el compromiso a “elegir libremente y vivir responsablemente la castidad en el celibato”. Si se admite que vivan libremente y se les impone respetar el celibato, es una gran contradicción, no pueden vivir libremente... Sin embargo, antes de blanquear al mundo ésta "admisión", pocos desconocen que pasan cositas que algunos se atrevieron a mostrar en distintos films: series como Suburra, La Papisa Juana, Los Borgia, son solo algunos ejemplos de ello. En una “instrucción” de 2005 de la Congregación para la Educación católica “acerca de los criterios de discernimiento vocacional con respecto a las personas con tendencias homosexuales en vista de su admisión al seminario y a los órdenes sacros”, durante el papado de Benedicto XVI, que fue ratificado por Francisco en 2016, se estableció que la “Iglesia, aún respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir aquellos que practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostiene la llamada cultura gay”. De 89 páginas, el nuevo documento sobre “La formación de los presbíteros en Italia”, que entró en vigor este jueves, en el párrafo 44 reitera en forma exacta la frase anterior. Es decir, que no podrán ser admitidos quienes tienen una “profundamente arraigada” tendencia homosexual, no pueden vivir la castidad y respaldan a la llamada cultura gay, “porque dichas personas se encuentran, de hecho, en una situación que obstaculiza gravemente un correcto relacionarse con hombres y mujeres”. Mientras que los principales diarios italianos coincidieron en destacar la misma novedad, el diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana, sin embargo, en un artículo titulado “Sobre gays y sacerdocio las reglas no han cambiado para nada”, consideró esa interpretación “una lectura errada” del nuevo documento, creando cierta confusión. “Es normal que digan que ‘no cambia nada’ cuando, en verdad, cambian las cosas”, comentó un prelado que prefirió el anonimato. El año pasado la cuestión del acceso de los candidatos gay a los seminarios italianos había provocado una tormenta al filtrarse que en un encuentro con 200 obispos italianos el Papa, que siempre se destacó por su apertura a los homosexuales, utilizó la palabra “frociaggine”, un término vulgar y despectivo hacia ellos, al hablar justamente del clima que reinaba en seminarios. Esa filtración, primero en medios italianos y luego internacionales, causó tal escándalo y reacciones airadas en colectivos LGTB+ que, con una rapidez inaudita, el Vaticano salió a aclarar que el Papa se disculpaba con quienes se habían sentido ofendidos. Francisco “nunca quiso ofender o expresarse en términos homófobos y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso del término”, aseguró el vocero papal, Matteo Bruni, que recordó, además, que más de una vez el Papa dijo que “¡en la Iglesia hay espacio para todos, todos!” y que “nadie es inútil, nadie es superfluo, hay espacio para todos”. Estimado Papa Francisco, tal vez pasó por alto que esta decisión suya estaría incumpliendo uno de los diez mandamientos, exactamente el 9°, que dice: "No consentirás pensamientos ni deseos impuros" y usted lo está consintiendo... Y si, el Papa tiene un discurso que lamentablemente es poco creíble, basta con ver a quiénes recibe en el Vaticano y que rostro feliz o adusto es indisimulable en las fotos, según con quienes esté posando, pero además, algo que también podría corregir es el hecho de haber permitido comulgar a quienes fueron integrantes de la Junta Militar del peor período de nuestra Historia y se les niegue la comunión a los divorciados, simplemente por romper el contrato conyugal por diferentes motivos, que no siempre son de común acuerdo y castiga, perjudica a quien no tuvo culpa de esa ruptura. Probablemente, deberían ir pensando en cambiar muchas cosas que mejorarían la entrega a Dios. Un sacerdote podría perfectamente estar casado o en pareja y servir a Dios, cumpliendo los mismos preceptos y mandamientos que la Iglesia pretende hacer cumplir a los feligreses. Susana Espósito - 5030 caracteres – Miércoles 15/01/25 |