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El Teatro Cervantes cumple 103 añosEste jueves, el Teatro Cervantes cumple 103 años. Fue mandado a construir por la actriz española María Guerrero y su esposo Fernando Díaz de Mendoza, matrimonio que no sólo empeñó su voluntad y toda su energía, sino su fortuna personal para concretar el proyecto de construir en Buenos Aires el estupendo coliseo, que fue inaugurado el 5 de septiembre de 1921. La compañía Guerrero- Diaz de Mendoza o del Teatro de la Princesa de Madrid, se presentaron muchas veces en el Teatro Odeón de Buenos Aires y consolidaron su prestigio. Durante la primera década del siglo XX, el desaparecido teatro Odeón la esperaba cada año para la presentación del amplio repertorio que ya sabía de los aplausos del público español. Jacinto Benavente, Eduardo Marquina, los hermanos Quintero, Ortega Munilla, y, por supuesto los clásicos Calderón, Tirso de Molina, Rojas, Ventura de la Vega, eran los autores preferidos de la actriz. En 1918 se anunció la buena nueva, el matrimonio había decidido construir un teatro en Buenos Aires, que fue proyectado por los arquitectos Aranda y Repetto quienes, junto con María Guerrero, estuvieron de acuerdo para que la fachada del edificio reprodujera en todos los detalles a la de la Universidad de Alcalá de Henares, de estilo Renacimiento y columnas platerescas. La construcción y ornamentación del Cervantes demandó cerca de setecientas personas entre operarios y artistas, pero todo fue ideado, corregido y también modificado mediante la constante y sagaz vigilancia de María Guerrero. Finalmente se inauguró con gran pompa y con la señora Guerrero interpretando La dama boba de Lope de Vega, una pieza que había marcado tantos momentos trascendentes de su vida. El Teatro Cervantes – María Guerrero no aceptó nunca las reiteradas sugerencias de bautizarlo con su nombre – parecía un milagro de fe. En realidad fue otro acto de amor por el teatro de esta mujer que le había entregado su vida a la escena. Los altos costos de mantenimiento y la impericia de Fernando Díaz de Mendoza en el manejo administrativo derivaron en un fuerte endeudamiento. En 1926, cuando la deuda alcanzó una suma millonaria, los agobiados esposos propietarios del Cervantes sintieron que no tenían más alternativa que desprenderse del teatro y luego de distintas alternativas, finalmente, durante la presidencia de Marcelo T de Alvear dispuso que el Banco de la Nación lo adquiriese. El 16 de julio de 1926, el Banco Hipotecario Nacional vende en pública subasta el Teatro Cervantes y el teatro es adquirido por el Banco Nación. Ya en 1932 el Estado cancela la deuda al Banco Nación por la compra del Teatro Cervantes y desde entonces se convirtió en propiedad de todos los argentinos. Susana Espósito - Publicada el Jueves 05/09/24 - 2720 caracteres |