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Refuncionalización del edificio del ex Mercado del PlataSituado en Carlos Pellegrini, entre Perón y Sarmiento, el edificio del ex Mercado del Plata, albergará la muestra de Casa FOA en su 40 aniversario. Primero fue mercado, luego sede de oficinas y más tarde quedó abandonado y luego de la exposición de diseño se convertirá en edificio de viviendas. La prestigiosa expo de arquitectura, paisajismo y diseño interior se realizará entre octubre y noviembre de 2024 y para ello se transformará la planta baja y el primer piso, donde habían estado las oficinas del gobierno de la ciudad y luego las del Banco Hipotecario. Luego se concretará un proyecto de 700 viviendas y se renovará totalmente su fachada. En sus inicios el Mercado del Plata fue epicentro de abastecimiento de mercadería y por allí pasó buena parte de la vida social, económica y cultural porteña. Se vendían alimentos, leña, madera y otros productos. Fue pionero en cuanto a garantizar higiene en la provisión de alimentos, ya que se habían prohibido los mercados a cielo abierto. Tenía una cubierta a prueba de agua y los puestos se organizaban en un esquema de filas alineadas y estaban conectados entre sí por una calle central. Para su construcción se tomó en cuenta el modelo arquitectónico del Mercado del Centro que se levantó en 1823 en Alsina, entre Perú, Moreno y Chacabuco, donde habían estado los antiguos cuarteles que ocupaban los Granaderos. Pasaron los años, las carretas y los bultos que iban y venían con mercadería, hasta que comenzaron los problemas. Por un lado, los vecinos levantaron la voz y reclamaron por este ir y venir de mercadería. Para 1882, Juan Buschiazzo impuso una reforma que derivó en la demolición de los muros que impedían la circulación del aire y los sustituyeron por vigas de hierro, según el archivo de la Sociedad Científica Argentina. En 1947, 11 años después de la inauguración del Obelisco, se colgaron de sus portones de entrada los carteles que anunciaban su demolición, 90 años después de su inauguración. Sobre su esqueleto se levantó una obra que tuvo tantas idas y vueltas como las carretas que llegaban al predio. El proyecto municipal quiso conservar el espíritu en el desarrollo de un edificio de oficinas en los pisos altos y mercado en la planta baja. Para 1954 las obras se paralizaron, hasta que se retomaron en 1961. Finalmente, el edificio de 11 pisos, 119 metros de largo y ventanales vidriados que le otorgaron gran iluminación y ventilación natural, se inauguró en 1962. “La fachada hacia el frente, con una modulación de carpintería repetida en toda su extensión, está provista, dada su orientación oeste, de parasoles horizontales que marcan el tramo central y desaparecen hacia las esquinas, otorgándole un movimiento aleatorio según su grado de apertura. Este prisma descansa sobre un basamento de dos pisos de altura más rehundido que el resto de la fachada”, como lo describe Moderna Buenos Aires (del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo, CPAU), el proyecto de los arquitectos Oscar Crivelli y Jorge Heinzmann. Desde 2016, y pandemia mediante, el edificio quedó desierto y fue sufriendo un importante deterioro: goteras, rajaduras y otros daños, que ahora intentarán recuperar y poner en valor. En el marco del Plan de Transformación y Reconversión del Microcentro, el gobierno porteño impulsa la transformación en un área “urbana inteligente, sostenible y residencial, que mejore las condiciones de habitabilidad”. De acuerdo a los planes, se levantarán viviendas, oficinas y comercios, además de una plaza pública urbana que se ubicará en el Pasaje Carabelas, que será desarrollado por la empresa IRSA, convirtiéndolo en un complejo de 720 viviendas. Susana Espósito - Publicada el Martes 25/06/24 - 3696 caracteres |