Usted es el visitante

Desde 01/01/2016

Historia del Registro Civil

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, la opinión pública en Argentina estuvo polarizada: la política y la Iglesia se disputaban la potestad de arbitrar asuntos civiles y públicos. El triunfo de la política sobre la Iglesia estuvo marcado por la creación del sistema de secciones sobre la cuadrícula urbana y de la constitución de la oficina pública, que poco a poco fue desplazando el esquema parroquial vigente desde épocas coloniales.

La pulseada atravesó distintos momentos y en 1880 comenzó la etapa de la consolidación del Estado nacional moderno: Julio A. Roca garantizó el orden político, basándose en la Constitución Nacional sancionada en 1853. La Ley 1565 de creación del Registro Civil ordenaba: “(…) las municipalidades de la Capital y territorios nacionales establecerán una o varias oficinas de Registro de Estado Civil de las Personas”. Cuatro años después, en 1888, se sancionó la Ley de Matrimonio Civil.

Las autoridades de la municipalidad (durante la intendencia de Torcuato de Alvear) sancionaron la Ordenanza del 28 de junio de 1886 que abrió tres secciones para que funcionara el Registro Civil de la ciudad de Buenos Aires, como una manera de reorganizar del territorio urbano: la primera sección en la sede de la Casa Central, en Esmeralda 468 (parroquias de Catedral al Norte, Catedral al Sur, San Miguel, San Nicolás, y Montserrat); la segunda en el antiguo Teatro Colón, frente a la Plaza de Mayo (parroquias Del Socorro, Del Pilar, Balvanera, y Piedad); y la tercera sección abarcaba a las parroquias de San Juan Evangelista, San Cristóbal, Concepción y San Telmo.

Para la década de 1890, el Registro Civil se había consolidado como herramienta constructora de nacionalidad y ampliación de ciudadanía, y había llegado el momento de aceitar los mecanismos de funcionamiento de la institución. En 1895, se promulgó la Ley 3318 de Reorganización Militar y se dictaron obligaciones del Registro Civil; en 1910 se crearon 23 nuevas secciones del Registro Civil, distribuidas en las veinte secciones electorales de la Capital Federal y el Archivo; y dos años más tarde se sancionó la Ley Sáenz Peña, que formalizó una reforma electoral con la obligatoriedad del sufragio, el secreto del mismo y su universalidad. Esta ley fue acompañada por leyes complementarias: la Ley 8129 de Enrolamiento de los ciudadanos y la Ley 8130 sobre la obligatoriedad de un Padrón Electoral, pasos importantes para la conformación de la ciudadanía política.

En la década del 30, la Dirección General y Archivo del Registro Civil se trasladó a la calle Paraguay 1043, y en 1936 se solicitó al Concejo Deliberante la sanción de una ordenanza para la construcción de un nuevo edificio para el Registro Civil. Al año siguiente, la Municipalidad compró a la familia Graciarena tres terrenos sobre la calle Uruguay para construir el nuevo edificio. En 1939, el Registro Civil implementó un sistema fotográfico de emisión de partidas de nacimiento, matrimonio y defunción y un fichero general, para incorporar las actas desde la creación del Registro Civil.

En 1940 se colocó la piedra fundamental del nuevo edificio y el 28 de octubre del año 1943 se inauguró el edificio del Registro Civil central en la calle Uruguay 753. Fue el primer edificio que la Municipalidad construyó para ubicar oficinas de la administración pública. Toda la construcción está recubierta de mármol nacional pulido, con guardas en color negro y formas simplificadas, estilizadas; los vidrios y los cristales son opacos, con metales esmaltados, y broncería en aberturas y detalles. La base de su criterio compositivo es el equilibrio en el plano y tiene un manejo efectista de los volúmenes y los espacios.

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 11/09/24 - 3712 caracteres