OPCIONES
DEL MENU

  • Home
  • Noticias de la Ciudad
  • Historia de la Ciudad
  • Barrios Porteños
  • Edificios destacados
  • Monumentos
  • Turismo en la Ciudad
  • Poco conocido
  • Costumbres Porteñas
  • Filete Porteño
  • Antiguos oficios
  • Qué es el Tango?
  • Qué es la Milonga?
  • Cena Show
  • Contacto


  • Usted es el visitante

    Desde 01/01/2016




    La agamia, una elección de vida muy personal

    En las últimas décadas surgieron diferentes maneras de relacionarse, que lejos están de aquellos mandatos sociales que indicaban como correcto, que había que formar parejas de hombre-mujer, casarse, tener hijos y vivir "hasta que la muerte los separe".

    AgamiaPasaron varios años y los seres humanos, siempre ávidos de buscar algo nuevo, probaron todo tipo de relaciones, alejadas de las conocidas como "normales". Relaciones entre personas del mismo sexo, hombres que quieren ser mujeres y viceversa, algunos que viven la ambivalencia, las relaciones swinger (personas que deciden vivir su sexualidad libremente con diferentes parejas, más allá de la moral convencional y los tabúes sociales) y ahora algo nuevo: la agamia.

    Se conoce como agamia la elección de hombres y mujeres que eligen vivir lejos de las relaciones amorosas tradicionales y abre paso a una nueva forma de relacionarse que se caracteriza por la ausencia de lo que se conoce como gamos, una unión entre dos personas que tiene al matrimonio como punto de referencia.

    El Boletín de Estadísticas de Género realizado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación junto con el Instituto Nacional de la Mujer pone de manifiesto la cruda realidad matrimonial en la Argentina; “respecto a la situación conyugal, se destaca una mayor proporción de personas solteras, donde el 52.1% son varones y 45.7% son mujeres”, se expresa en el escrito.

    Sumado a ello, en el año 2021 el Instituto Nacional de Estadística (INE) de España evidenció el aumento en la cantidad de personas que eligen afrontar su vida sin pareja. El último informe brindado por la institución manifiesta que en el país ibérico hay un total de 14.115.300 solteros y de ellos, más de siete millones son hombres y más de seis millones son mujeres.

    Los datos plasman las crecientes tendencias vinculares que se apoderan de la sociedad y que, fundamentalmente, se alejan cada vez más de las tradicionales relaciones amorosas “con etiquetas”. Poliamor, relación abierta platónica y monogamish, entre otras representan las nuevas formas de experimentar el amor.

    Tradicionalmente, se veía como una obligación estar casado con una persona del sexo opuesto y formar una familia. Hoy en día, los tipos de vínculos afectivos tienden a priorizar la libertad individual. En este contexto, surge el concepto de agamia, una propuesta revolucionaria que desafía las convenciones tradicionales y abre camino a una nueva forma de relacionarse.

    Se trata de una crítica a la ideología amorosa/romántica que pone en duda al enamoramiento sugiriendo que dicho estado emocional no permite que las personas actúen racionalmente y las empuja a tener expectativas irreales. Algunos de sus devotos incluso llegan a argumentar que el amor, lejos de ser un sentimiento, es una ideología que dicta cómo deben ser las relaciones y, por ende, limita la libertad para elegir con quién desea uno establecer vínculos afectivos. Se basa en la falta de interés que tiene un individuo por formar una relación amorosa/romántica con otra persona.

    “Son personas que cuestionan la noción que indica que solo es posible relacionarse a través del amor romántico y de la pareja. Para ellos, el matrimonio es visto como una limitación de la libertad individual y el no reconocimiento a la diversidad de las relaciones”, detalla una sexóloga y licenciada en Psicología.

    Según revela, en cierto sentido, la agamia permite que quien la implemente no necesite de un otro para alcanzar la completud y ayuda a adquirir la capacidad de estar solo y conocerse en profundidad. Sin embargo, advierte: “No tener pareja como condición pone en evidencia alguna clase de problema vincular porque tener como premisa el no estar románticamente o evitar conocer a alguien es una forma de rechazo que puede estar fundamentada en experiencias pasadas”.

    Haber sido traicionado, no querer ser lastimado nuevamente o tener miedo al compromiso emocional pueden ser algunas de las vivencias que anteceden a la decisión de apostar por la agamia. Quienes no las resuelven suelen optar la vía fácil y toman medidas radicales.

    Algunos especialistas opinan que es esencial saber que el amor implica aceptar al otro con sus defectos y evitar que pierda su identidad por capricho individual. “En estos vínculos modernos se plasma cómo cuando aparece algo que a uno no le gusta de la otra persona se corta todo de raíz. No existe ni se tolera la falla en el otro y, como consecuencia, prefieren acabar con la relación antes que hacer el trabajo de dialogar y salir adelante”.

    La agamia no tiene como objetivo aniquilar completamente los vínculos, sino más bien explorar los tipos de uniones personales que se encuentren, pero de manera libre. En oposición al poliamor, los practicantes de la agamia priorizan el desarrollo de la sexualidad individual, brindando así más espacio y relevancia al autoconocimiento y disfrute sexual.


    Susana Espósito - Publicada el Domingo 05/05/24 Fuente: Infobae - 4910 caracteres