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Robabronces itinerantes en Retiro, Puerto Madero y San Nicolás

Desde que comenzó la pandemia, aumentaron los robos de elementos de bronce en edificios. Los “robabronces” itinerantes van saqueando diferentes barrios y ahora eligieron San Nicolás, Puerto Madero y Retiro, para adueñarse del dorado metal y hacer dinero.

Todo elemento de bronce se convierte en objetivo de los saqueadores: herrajes de puertas, números de direcciones, porteros eléctricos, alcantarillas y cualquier otro objeto que luego venden para obtener dinero.

Siendo un tipo de delito que ocurre desde hace algunos años, incluso en cementerios, donde roban placas, candelabros e incluso, alguna vez, han robado la puerta de una bóveda, ¿qué tipo de rastreos hace la policía y dónde busca? Así como los ladrones saben dónde ir a vender su botín, las autoridades también deben conocer esos lugares y deberían ir a verificar qué ocurre, porque por un lado están los que roban bronces, por otro, el que los recibe y compra, siendo también un delito y también la policía, que muchas veces hace que no ve, convirtiéndose en cómplices o parte interesada en la transacción delictiva.

Las cámaras de seguridad no son un impedimento para los ladrones, que a cara descubierta, continúan robando “lo que encuentran a su paso”. Según dicen algunos vecinos de Retiro, las denuncias también dejaron de ser efectivas. “Las dejamos de hacer porque no sirven para nada. La comisaría tampoco hace algo, acá nunca patrullan”.

También ampliando sus dichos, hay vecinos que comentan que cuando van a la comisaría está lleno de turistas haciendo las denuncias y deben esperar tres horas para registrarlas. Los vecinos exigen: "Queremos que hagan algo porque pagamos impuestos altísimos”.

Algo no menos importante es que el robo de rejillas o alcantarillas es muy peligroso, porque quienes circulan pueden ir distraídos y no advertir la falta de las mismas, y caer en el agujero.

María vive entre el límite de Retiro y San Nicolás. Cuenta que hace pocas semanas, un sábado a la mañana, cuando el encargado dejó la reja abierta, mientras limpiaba en otros pisos, a plena luz del día, un delincuente pudo sacar una manija de bronce. “No es muy imprescindible volver a ponerlo, así que esa segunda puerta quedó sin manija”, aseguró.

Para María, también cuenta que la zona de Retiro se convirtió en un “gran dormitorio a cielo abierto. Desde la ventana de mi casa escucho todo el tiempo corridas, gritos, arrebatos, persecución. Se meten en los tachos, vas a sacar la basura y hay alguien dentro de los contenedores. Duermen tirados en cualquier lado, en los caniles donde están las flores”, señaló.

Susana Espósito - Publicada el Martes 13/02/24 - 2615 caracteres