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Cuando no tengas ni fe, ni yerba de ayer, secándose al sol...La desesperación del oficialismo por conservar el poder es abrumadora. El plan platita continúa, la maquinita está agotada e intentan convencer con limosnas y magros bonos en dos cuotas para conseguir votos, pero... hay que recordar la letra del tango Yira, Yira: "Cuando no tengas ni fe, ni yerba de ayer, secándose al sol, no esperes nunca una ayuda, ni un milagro, ni un favor". Es importante no dejarse convencer con espejitos de colores, darse cuenta que unos pocos pesos, un colchón o una heladera que luego estará vacía, no le cambiarán la vida a nadie y luego, quejarse no servirá de nada, habrá que remarla otros cuatro años y mientras tanto, esos pesos se habrán gastado, el colchón servirá para tener insomnio o pesadillas y la heladera será un simple estorbo en la cocina porque no habrá en ella nada para comer. Todos los meses suben los alimentos, los medicamentos, las prepagas (para quienes tienen la suerte de poder pagarlas), los hospitales carecen de insumos, las cuotas de los colegios aumentan, las tarifas de los transportes, las de los servicios públicos y por otro lado, los sueldos no suben a la par de los aumentos, hay más gente en situación de calle, los jubilados no cubren sus necesidades básicas, hay más inseguridad y una impotencia que nos invade por no poder hacer algo para revertir esta situación asfixiante. Solo podremos votar de lo malo, lo que parezca menos malo. Si bien la carne aumentó un 60% en el mes de agosto (según la información oficial, que siempre está por debajo de lo real), ya no se puede decir: "bueno, nos haremos vegetarianos", porque las frutas y verduras también tienen un costo altísimo: un kilo de papas cuesta entre $ 800 y $ 1.000 y así ocurre con la mayoría de los productos. Una bolsa con unas pocas verduras y frutas, que hasta el mes pasado se pagaba $2.700, ahora se paga $ 6.800. Un informe difundido por la Fundación Mediterránea, indica que el precio de la carne bovina llegó a 3.100 pesos por kilo hacia fines de la tercera semana de agosto (promediando el valor de 18 cortes), con una variación desde el arranque del mes del orden del 60 por ciento, un salto que según destacaron es el mayor de los últimos 18 años. Este aumento le pone presión al índice de inflación de agosto, que según varias consultoras, estará por encima del 11%. "El aporte de la carne a la inflación de agosto podría estar en un rango de entre 3,2 y 4,0 puntos porcentuales". Hasta en los barrios de mejor nivel adquisitivo se puede ver a señoras “paquetas” que toman un corte de carne en las góndolas de los supermercados y al ver el precio, lo vuelven a poner en su lugar, se van hablando solas, quejándose porque no pueden creer los precios que se están cobrando. En uno de los supermercados importantes, se puede ver que un lomo cuesta $ 13 mil, una bandeja con dos entrañas $5.300 y así ocurre también con otros cortes que siempre fueron económicos y ahora son muy costosos. El destino de nuestro maravilloso país es incierto, tristemente nos remite a Yira, yira, de Enrique Santos Discépolo, que escribió en 1929: Cuando rajés los tamangos
Verás que todo es mentira
Aunque te quiebre la vida,
Todas serán promesas de campaña, como siempre, pero ¿Creés que alguno de los candidatos podrá cumplirlas? Como perlita es interesante recordar que este tango utiliza palabras del lunfardo y a partir de 1943, en el marco de una campaña iniciada por el gobierno militar, obligó a suprimir el lenguaje lunfardo, como así también cualquier referencia a la embriaguez o expresiones que en forma arbitraria eran consideradas inmorales o negativas para el idioma o para el país obligó a reformar algunos títulos y letras para permitir su difusión radiofónica y así Yira, yira pasó a llamarse Camina, camina. Posteriormente, la medida quedó sin efecto, por orden de Perón, en 1949. Esto es lo opuesto a lo que ocurre en los últimos años, en que el gobierno oficialista pretende imponer un "lenguaje inclusivo" ignorando el idioma oficial, el español y cayendo en la ridiculez de hablar de "docentes y docentas", "amigxs" y otras expresiones que han deformado la riqueza del idioma, algo que por supuesto no es aceptado por la Real Academia Española, pero lo lamentable es que algunos funcionarios que se mostraron en contra de ese "idioma inclusivo", terminan utilizándolo y ya estamos cansados de escuchar "a todos y todas", "los niños y las niñas", etc. cuando "todos" incluye a ambos sexos. Sería realmente importante que se analice y vea que igualdad e inclusión es otra cosa y no estas tonteras que dejan en evidencia la falta de ideas productivas que deberían tratar los legisladores para mejorar la vida de los argentinos. Que aprovechen, las pocas veces al año que van al Congreso, para presentar y tratar leyes que realmente favorezcan A TODOS. Susana Espósito - Publicada el Viernes 01/09/23 - 5086 caracteres |