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Mama Antula será la primera santa argentinaNacida en Santiago del Estero en 1730, se convertirá en la primera santa argentina. Así lo confirmó el Vaticano, mediante un decreto que fue firmado por el Papa Francisco en los próximos días. La futura santa había caminado más de 4.000 kilómetros a pie, descalza, por todo el virreinato para continuar con el legado jesuita a pesar de la prohibición. Llegó a Buenos Aires y su aspecto generó el rechazo inmediato de todos los porteños. La acompañaba un grupo de mujeres también harapientas. Apenas ingreso a la capital porteña un grupo de muchachos empezó a burlarse de ellas a gritarles hasta tirarles piedras y barro, y consiguieron herirlas. Mama Antula y las otras mujeres se refugiaron en la pequeña iglesia de la Piedad, ubicada en el actual barrio de Congreso, donde hoy descansan sus restos mortales, como fue su voluntad. Tras meses de espera consiguió los permisos del virrey Vértiz y del obispo Malvar y Pinto para abrir casas de Ejercicios. Su convocatoria fue tan masiva que hasta el teatro tuvo que cerrar por falta de público. En 1788, había recibido en sus ejercicios a 70 mil personas y en 1795 inauguró su propia casa de Ejercicios, “La Santa Casa de Ejercicios”, ubicada en Independencia 1190 en el barrio de Constitución, el edificio colonial más antiguo de la Ciudad.
Es considerada precursora de los derechos humanos. Falleció el 7 de marzo de 1799 y sus restos descansan en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, de la ciudad de Buenos Aires. En 2010, Benedicto XVI había dado el primer paso hacia la beatificación de Mama Antula al considerarla "venerable" tras reconocer que "practicó las virtudes cristianas en grado heroico". Mama Antula había sido beatificada en 2016 en Santiago del Estero luego de que el Papa autorizara la publicación de un milagro por la sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, quien tenía una infección generalizada en el cuerpo y habría recuperado la salud en el año 1900 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación. Ahora, el decreto del Vaticano tiene fecha del 24 de octubre de 2023. Dice: “Durante la audiencia concedida el martes por la tarde a su eminencia reverendísima el Sr. Cardenal Marcello Semeraro, prefecto del dicasterio de las causas de los santos, el Sumo Pontífice ha autorizado al mismo dicasterio a promulgar el decreto relativo al milagro atribuido a la intercesión de la beata María Antonia de San José (Antonia de Paz y Figueroa), conocida como Mama Antula, fundadora de la Casa de Ejercicios Espirituales de Buenos Aires; nacida en 1730 en Silípica, en Santiago del Estero (Argentina) fallecida el 7 de marzo de 1799 en Buenos Aires (Argentina)”. El papa Francisco autorizó la promulgación del decreto del milagro de “Mama Antula” y ya firmó el decreto que la convertirá en la primera santa argentina. El milagro de canonización tiene como protagonista a Claudio Perusini, cuya historia personal resulta extraordinaria debido los lazos que lo unen a las personas involucradas. En primer lugar, el protagonista es un ex alumno del Papa. Y no se trata de un alumno más, ya que con el tiempo pasó a ser un gran amigo de Bergoglio. El primer encuentro entre ambos tuvo lugar en Santa Fe, cuando Perusini acompañó a un sacerdote hasta esa ciudad. Bergoglio, que por entonces era superior de los jesuitas, los recibió a todos con mucha cordialidad y los invitó a comer a su casa. Perusini guardó de manera imborrable el recuerdo de Bergoglio cocinando para el grupo una tortilla de papa. Desde ese momento, Claudio decidió entrar en el Seminario de la Compañía de Jesús. En los primeros años del noviciado, a final de los años setenta, era el cocinero. Él recuerda que todos los sábados y domingos el profesor Bergoglio lo ayudaba a cocinar, esa era una pasión que los unía. Bergoglio era, además, su confesor y director espiritual. Sin embargo, la relación entre los dos no fue fácil: tenían discusiones que llegaban hasta la pelea, con un lenguaje un poco subido de tono. Todo eso ocurría porque Claudio quería ser sacerdote, pero Bergoglio no veía en él los atributos necesarios. De hecho, le decía: “No sos para esto. Tenés que ser feliz. Y acá no lo vas a ser”. Se peleaban porque Perusini insistía y quería seguir adelante. Entonces Bergoglio lo palmeaba y le decía: “Andate. Yo te voy a bautizar a los chicos”. Jorge Bergoglio le marcó el camino y Claudio tomó su propia decisión: se fue a un lugar de la Patagonia, se casó con María Laura y tuvieron dos hijos. Durante 2017, mientras Claudio se encontraba en Santa Fe por una cuestión familiar, tuvo un accidente cerebrovascular que lo dejó en estado vegetativo. Podía permanecer así el resto de su vida o morir. Para los médicos, no existía una tercera posibilidad. Pero un amigo jesuita llevó a la clínica una estampita de Mama Antula y empezó a rezarle pidiendo un milagro. De repente, su condición se revirtió, y Claudio recuperó todas sus funciones vitales. Esta sanación que no tiene explicación médica fue considerada un posible milagro. El 13 de abril de 2018, en Santa Fe, monseñor Arancedo les tomó juramento a las personas designadas para llevar adelante la investigación canónica de esta curación y el 18 de diciembre se cerró el proceso con una misa de Acción de Gracias. Los sobres lacrados con los documentos del supuesto milagro fueron enviados a Roma para la evaluación de la Junta Médica y de la Comisión para las Causas de los Santos. El papa Francisco, que es el encargado de dar el veredicto final, fue una figura indispensable en todo este proceso. Es quien puede hacer santa a la mujer que rezó y trabajó para que el legado jesuita no muriera. Mama Antula pedía constantemente el regreso de la Compañía de Jesús. Y la orden resplandeció con su máximo brillo con la elección del primer papa jesuita de la historia. Susana Espósito - Publicada el Jueves 26/10/23 Fuente consultada: Clarin - 5850 caracteres |