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¿Conocés la historia del Teatro Colón?

El primer edificio que ocupó el Teatro Colón estaba situado en Avenida Rivadavia y Reconquista, en el espacio que actualmente ocupa el Banco Nación, frente a la Plaza de Mayo. Había sido inaugurado el 25 de abril de 1867 y se están cumpliendo 166 años.

El Teatro fue proyectado por Enrique Pellegrini. Sus techos de acero fueron traídos de Gran Bretaña, se contrataron pintores europeos y los elementos de decoración, fueron traídos de Francia e Italia.

Ese día, se realizó una premiere de gala, la ópera «La Traviata», de Giuseppe Verdi. El teatro contaba con 64 palcos, 441 plateas, 114 tertulias, 240 cazuelas, y 250 lunetas paraíso, tenía su entrada principal por Rivadavia 11. Este teatro cerró el 13 de septiembre de 1888.

El edificio fue adquirido por la municipalidad, que lo vendió tres años después al Banco Nacional, para reunir fondos para la construcción del actual Teatro Colón.

En 1891 se fundó el Banco de la Nación durante la presidencia de Carlos Pellegrini y pasó a ocupar la sede del antiguo Banco Nacional, quebrado por mala administración anterior.

Veinte años después fue inaugurado el actual Teatro Colón, el 25 de mayo de 1908, durante la presidencia de José Figueroa Alcorta.

El actual teatro Colón fue proyectado por el arquitecto Tamburini, que falleció en 1892 y continuó las obras el arquitecto Víctor Meano, quien también murió, asesinado y las el edificio fue terminado por Jules Dormal, en 1908. Si bien está inspirado en la Opera de París, responde al estilo ecléctico, respetando fielmente componentes de origen italiano y francés.

También aquí, está presente el orden y la simetría que los estilos clásicos impusieron a sus obras. Ocupa una superficie total cubierta de casi 58 mil metros cuadrados, desde 1960, cuando el arquitecto Mario Roberto Álvarez, sumó 12.000 metros cuadrados.

Su decoración interior con mármoles italianos, vitrales franceses, las alfombras y cortinados y la sorpresa será mayor al mirar la cúpula, con pinturas de Raúl Soldi, y su araña de casi setecientas lámparas. Dentro de esa araña, hay una plataforma en donde pueden ubicarse músicos y cantantes para producir efectos de sonidos celestiales.

La sala principal, en forma de herradura, cumple con las normas más severas del teatro clásico italiano y francés. La planta está bordeada de palcos hasta el tercer piso. La herradura tiene 29,25 metros de diámetro menor, 32,65 metros de diámetro mayor y 28 metros de altura. Tiene una capacidad total de 2.478 localidades, pero también pueden presenciar los espectáculos alrededor de 500 personas de pie. La cúpula, de 318 metros cuadrados, poseía pinturas de Marcel Jambon, que se deterioraron en los años treinta. En la década de 1960 se decidió pintar nuevamente la cúpula y el trabajo le fue encargado al pintor argentino Raúl Soldi, que la inauguró en 1966.

El escenario posee una inclinación de tres centímetros por metro y tiene 35,25 metros de ancho por 34,50 de profundidad, y 48 metros de altura. Posee un disco giratorio de 20,30 metros de diámetro que puede accionarse eléctricamente para girar en cualquier sentido y cambiar rápidamente las escenas. En 1988, se realizaron trabajos de modernización de la maquinaria escénica en el sector de las parrillas, con el fin de facilitar el manejo de los decorados y agilizar los cambios de escena.

El foso de la orquesta posee una capacidad para 120 músicos. Está tratado con cámara de resonancia y curvas especiales de reflexión del sonido. Estas condiciones, las proporciones arquitectónicas de la sala y la calidad de los materiales contribuyen a que el Teatro Colón tenga una acústica excepcional, reconocida mundialmente como una de las más perfectas.

Los tres subsuelos albergan los talleres, que se prolongan por debajo de la avenida 9 de Julio.

Este lujoso y legendario Teatro lírico es uno de los más famosos y reconocidos del mundo.

Susana Espósito - Publicada el Domingo 23 de abril - 3891 caracteres