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Saquen las vallas, pongan las vallas. ¿En qué quedamos?

El oficialismo ha criticado siempre el vallado en Plaza de Mayo y en la cuadra de la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner y fueron retiradas, pero... así fue que ocurrió el atentado a la ex presidente y ahora, ante las amenazas de nuevos reclamos y acampes, organizados por la izquierda para este martes, vuelven a poner las vallas.

Este gobierno es pura contradicción, dice una cosa y al rato dice lo contrario. Relativiza las protestas piqueteras pero volvió a vallar la Casa Rosada. Está claro que aunque quieran hacernos creer que vivimos en el "país de las maravillas" donde todo funciona fantástico, todo va de mal en peor y basta con ver la sucesión de hechos ocurridos desde el 1° de septiembre, cuando atentaron contra Cristina. El jueves pasado, distintos grupos volvieron a salir a la calle para reclamar. Ese día coincidieron la de protesta de la Asociación Docente Ademys, que sumaron concentración y conferencia de prensa en Callao y Corrientes; el Frente Patria Grande se manifestó en reclamo de la ley de humedales; la asociación Apinta, de trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). A lo que se agregó, en el Obelisco, el plenario de la Unidad Piquetera, en el que bajo la consigna “esto no va más!” se decidió la marcha de este martes. También hubo marchas de médicos residentes y concurrentes en reclamo de un salario digno.

Las organizaciones sociales de izquierda agrupadas en la Unidad Piquetera volverán a salir a la calle bajo la amenaza de permanencia por tiempo indeterminado en la avenida 9 de julio, frente al Ministerio de Desarrollo Social, y con réplicas en distintos puntos del país.

A eso también se sumaron las protestas del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna), frente al Ministerio de Trabajo, del que incluso tomaron un piso. En la antesala de las protestas piqueteras, el conflicto se extendió también al sector privado, donde la empresa Bridgestone anunció el cierre temporario de sus plantas como consecuencia de una fuerte protesta gremial. Tras el anuncio de cierre temporal de Bridgestone, el domingo dejó de operar Pirelli y también está paralizada Fate. Ford y otra automotriz podrían levantar un turno de producción y en otra terminal, por el cepo a las importaciones, dicen que tienen para una semana más.

En el Gobierno reconocen que existe una alerta, pero se muestran confiados en que el martes se repetirá un número similar de manifestantes, como los que se vieron en las últimas marchas, descartando que pueda producirse una escalada del conflicto y agregaron: “No lo vemos”, “En el mejor momento de (el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni), cuando logró hacer un acampe, fue menos de lo que esperaban y cuando más sacaron a la calle fueron unas 30.000 personas”.

“Les cuesta cada vez más movilizar porque no tienen caja, entonces no logran mover”, dijeron en la Casa Rosada.

Por su parte, el Gobierno porteño considera todo lo contrario y piensan que la marcha puede llegar a niveles más altos de concurrentes. Entre los reclamos de los manifestantes se acumulan la reapertura del padrón de beneficiarios de programas sociales, el aumento de las jubilaciones y del salario mínimo, entre otros.

Este nuevo vallado en la Casa Rosada, es como el que había tenido hasta hace pocas semanas, cuando buscaban evitar que quienes reclamaban por la situación en el área de discapacidad, pegaran carteles en las rejas del edificio.

Son muchos los enojos, la bronca, la impotencia y los que dicen que mientras el país está en llamas, el presidente pasea con numerosa comitiva, pagada por nosotros y anda risueño y probando guitarritas por el mundo o inaugurando cualquier cosa, con tal de evadirse de la realidad, que dista bastante de la que él pretende hacer creer.

Susana Espósito - Publicada el Martes 27/09/22 - 3816 caracteres