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Belgrano murió pobre, le robaron los dientes
el reloj y ahora, la placa de su casa

Hace pocos días, el chozno del General Manuel Belgrano, informó que robaron la placa que se encontraba en el edificio Calmer, en Avenida Belgrano 430, que indicaba que en ese lugar había nacido y fallecido nuestro querido prócer.

Es triste pensar en la manera injusta que fue tratado Belgrano, quien tanto hizo por nuestra Patria. Fue abogado y uno de los más notables economistas argentinos, precursor del periodismo nacional, impulsor de la educación popular, la industria nacional y la justicia social. Sin ser militar, Belgrano participó en las luchas por la independencia y por sus victorias de las Batallas de Salta y Tucumán, la asamblea del Año XIII, decidió otorgarle un premio de $ 40.000 oro; una cifra que entonces correspondía al valor de 80 Kg. de oro. Ese dinero fue donado por Belgrano para la construcción de cuatro escuelas públicas en Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Tarija (que pertenece actualmente a Bolivia): "He creído propio de mi honor y de los deseos que me inflaman por la prosperidad de mi patria destinar los expresados 40.000 pesos para la donación de cuatro Escuelas públicas, de primeras letras en que se enseñe a leer y escribir, la aritmética, la doctrina cristiana y los primeros rudimentos de los derechos y obligaciones del hombre en sociedad”.

Vergonzoso, los malos gobiernos argentinos hicieron que las escuelas se concretaran dos siglos más tarde.

Belgrano murió el 20 de junio de 1820, joven y muy pobre, a tal punto de haber pagado a José Redhead, el médico escocés que lo asistió por última vez, en su lecho de muerte, con su reloj de bolsillo.

El prócer fue enterrado en el atrio del Convento de Santo Domingo y en 1897, sus restos fueron exhumados para que descansen en un Mausoleo realizado por el escultor Ettore Ximenez. Entre los presentes que asistieron al acto de inauguración del mausoleo, estuvieron los ministros del Interior y de Guerra, Joaquín V. González y Pablo Riccheri, que faltos de escrúpulos se apropiaron de un diente de Belgrano, cada uno, a modo de souvenir. Al descubrirse esta situación, el diario La Prensa publicó: “Que devuelvan esos dientes al patriota que menos comió en su gloriosa vida con los dineros de la Nación”. Por supuesto que tuvieron que devolverlos.

El reloj de Belgrano, había sido un obsequio que le hizo el rey Jorge III de Inglaterra. Ese fue el pago al médico y años después fue exhibido en el Museo Histórico Nacional, hasta que el sábado 30 de junio de 2007 fue robado de la una vitrina en la que estaba y nunca apareció.

Ahora, el viernes 14 de octubre, fue robada la placa en la que se leía: “1770-1820 En este Solar nació y murió el General Manuel Belgrano”. Es una placa que tiene más de 102 años. Así lo denunciaron a las autoridades los administradores del Edificio Calmer y el propio chozno del prócer y han solicitado el registro de las cámaras a la empresa de seguridad.

Manuel Belgrano, chozno del General, que lleva el mismo nombre dijo: “Soy presidente del Instituto Nacional Belgraniano, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación. Es un espacio de investigación y divulgación histórica, para guardar los valores del General y también ocuparnos de la preservación de los lugares históricos que conmemoran su figura, como es este caso el edificio Calmer en la Avenida Belgrano 430, donde se robaron la placa conmemorativa del año 1920", detalló.

“Es una placa de altísimo valor por el significado que tiene: es la única que tiene dibujada cómo era su casa por aquel entonces. Allí, en su casa familiar, fue donde nació y murió. Era un objeto de altísimo valor documental”, insistió Manuel Belgrano y detalló: “Estaba puesta en el lugar exacto dónde hace más de 200 años murió y donde hace más de 250 años nació. Es el solar histórico”.

“Soy descendiente directo del General Belgrano. Soy quinta generación, cuarto nieto —chozno— en forma directa por parte de su hija Manuela Mónica. Viniendo la descendencia vía una mujer, el apellido se recupera cuando la nieta del General se casó con Juan Carlos Belgrano, un primo de ella. Desde ahí, se recupera. Entonces, soy descendiente directo de Manuel Belgrano y también de uno de sus hermanos”, describió.

La casa que existió en el lugar que actualmente se encuentra el Edificio Calmer, fue construida en el terreno que en 1764 adquirieron los padres de Belgrano. Allí nació, vivió y murió. La vivienda fue demolida en la década de 1870 para construir el actual edificio, donde se colocó la placa robada, como testimonio de quien fue el destacado e ilustre morador.

La placa tenía alrededor de 80 centímetros de largo por 50 de alto y no hay precisión acerca del material en que fue realizada, si era de bronce o hierro forjado. Muchos suponen que era de bronce, pero no se puede asegurar”, indicó el historiador.

Es de público conocimiento que aumentó exponencialmente el robo de bronces, pero ya ni siquiera respetan la memoria de quienes tanto hicieron por nuestra Patria y que mucho se diferencian de los gobiernos de las últimas décadas, carentes de patriotismo, decencia y honestidad necesaria para ejercer sus cargos. Es necesario concientizar sobre el respeto a nuestros antepasados, a quienes forman parte de nuestra historia, enalteciendo los verdaderos valores, que no deben mancharse con estos actos de profanación inmerecidos.

Susana Espósito - Publicada el Lunes 17/10/22 - 5376 caracteres