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¿Hasta cuándo deberemos brindar
educación y salud gratuita a extranjeros?

Argentina, país generoso!!! claro que ser generoso con dinero ajeno resulta fácil. Así ocurre con nuestro gobierno, que lejos de tener en cuenta la parte del preámbulo de nuestra Constitución, en el que dice: "para todos los hombres del mundo quieran habitar el suelo argentino", involucrándolos en lo que son derechos pero parece que olvidan exigirles cumplir con obligaciones. A nosotros se nos exige y a los extranjeros se les otorgan los mismos beneficios, incluso planes y subsidios, que en definitiva salen del bolsillo de los que trabajamos y pagamos impuestos.

En estos días salió a la luz, en algunos medios, el caso de una pareja de salteños que viajó a Bolivia para participar en la peregrinación de la Vírgen de Ukupiña, el hombre tuvo un ACV y le negaron atención médica "por ser argentino".

Esa es la manera de agradecer a la Argentina haber permitido la residencia de tantos bolivianos en nuestro país, donde reciben educación y asistencia gratuita en hospitales públicos, incluso, varios de ellos han participado en diferentes marchas, han usurpado terrenos y "reclamaron vivienda digna"... ¿con qué derecho? Después de la paraguaya, la boliviana es la segunda colectividad más grande de Argentina.

¿Qué pasa con la ley de reciprocidad? ¿Por qué nuestros gobiernos no la exigen y si la repuesta no es favorable se les cancelan esos privilegios a ellos?

¿Qué ocurrió con el pacto firmado por Argentina y Bolivia, el 25 de febrero de 2019, acordando un convenio de asistencia sanitaria recíproca, en el que se comprometieron a profundizar la cooperación en materia de asistencia médica, sistemas de vigilancia epidemiológica y acciones de salud en zonas de fronteras? Las partes acordaron, en el marco de la Ley sancionada de salud universal en el vecino país, que los argentinos que se encuentren en territorio boliviano, independiente del estatus migratorio, sean atendidos de manera universal y gratuita bajo el principio reciprocidad en atención a la salud, en las mismas condiciones que los bolivianos.

Ellos no cumplieron y nosotros, ¿reclamaremos que se cumpla o no?

La hija del matrimonio que había viajado a Bolivia contó a un medio radial de Salta que su padre, Orlando Ibáñez, “se desmayó antes de llegar a la procesión y cayó en medio de la calle”. Llamaron a una ambulancia y en su lugar, llegó un camión de bomberos. “Pasaron por varios hospitales públicos y ninguno lo quería recibir. El conductor se bajó a dar la cara y habló con uno de los médicos. Le dijeron: “No vamos a sacar a un compatriota nuestro de una cama para atender a un argentino”. Respuesta contundente y DISCRIMINATORIA.

Ante la negativa, la pareja debió ir a una clínica privada, donde finalmente pudo recibir asistencia médica, aunque para ello debió pagar un monto elevado. “A mi mamá le hicieron firmar un pagaré diciendo que tenían que pagar la internación y que lo iban a tener 12 horas. A mi papá lo pusieron en la terapia y, en total, gastamos $180 mil”.

Como el hecho de que continúe en terapia intensiva incrementaba aún más ese monto y ellos no tenían más dinero, la esposa de Orlando, Nilda, le pidió a sus hijos que vendieran el auto.

Finalmente, el hombre pudo ser trasladado en un vuelo sanitario y lograron volver a Salta, donde pasó cerca de tres meses internado.

Susana Espósito - Publicada el Lunes 07/02/22 - 3343 caracteres