La Puerto Rico Resurgimiento de confiterías y bares notables
La pandemia hizo que muchos lugares emblemáticos de la ciudad cerraran sus puertas y en algunos casos, definitivamente, pero por suerte, otros fueron resurgiendo de sus propias cenizas y con más fuerza que nunca, entre ellos, el Café La Puerto Rico, en pleno Casco Histórico.
Este bar notable que fue fundado en 1887 por Gumersindo Cabedo, está situado en la calle Alsina 416 y es uno de los más antiguos de la ciudad y había cerrado sus puertas en marzo de 2021, pero ahora, transcendió que abrirá antes de fin de mes.
Hasta su cierre, La Puerto Rico estuvo a cargo de Esther Alvarez, quien tomó la posta en 2012, al fallecer su esposo y ahora, un grupo de empresarios gastronómicos dispuso reabrirlo manteniendo su tradición de tostar café y además, ofrecerán shows de tango, que tanto atraen a argentinos y turistas de otros países.
La recuperación del emblemático bar se vive con gran entusiasmo e incluso, un cartel pegado a la vidriera solicita personal de cocina, pastelero, mozo de barra y también mozos y camareras para atención al público en las mesas, que volverán a cobrar vida.
Los nuevos dueños mantienen cierto halo de misterio y no quieren revelar demasiados detalles, para sorprender al público cuando se reabra, pero anticiparon que el café se sumará a la Feria del Libro de Ciencias Sociales y Humanidades (FLHU), que tendrá lugar a lo largo de Alsina al 400, el domingo 11 de diciembre de 12 a 20. Es justamente la cuadra que une la Manzana de las Luces y la librería porteña más antigua -De Ávila- con el Buenos Aires Museo (BAM).
“Montaremos un pequeño escenario frente a La Puerto Rico donde habrá lecturas y presentaciones de libros cada 15 o 20 minutos, y espectáculos de tango al cierre. También sonará candombe con Las Lonjas de San Telmo del Centro Cultural Fortunato Lacámera. El bar sacará mesas y sillas a la calle”, detalla Edio Bassi, uno de los organizadores de esta feria de 18 puestos y 22 editoriales.
Originalmente, La Puerto Rico se situaba en la calle Perú al 200 y en 1925 se mudó a su emplazamiento actual, en Alsina 416.
Por sus mesas pasaron artistas, políticos, literatos y otras figuras notables que le dieron notoriedad al lugar.
Cuando la señora Esther Alvarez decidió cerrar porque no pudo seguir sosteniendo el bar, le presentaron varias ofertas y finalmente, quienes hoy son sus nuevos dueños, son los responsables de los restaurantes La Farola y Cabildo, hoy avocados a formar el nuevo equipo y rastrear a los antiguos empleados de la confitería.
El equipo de Pereiro, Cerrotti & Asociados, que ya renovó otros clásicos como La Ideal -que reabre en breve-, Petit Colón, La Giralda y La Ópera, se están ocupando ahora de la recuperación de La Puerto Rico.
Aunque manteniendo su esencia, han decidido incorporar un vitral de palmeras retroiluminado en el techo de la entrada, ventiladores de techo con aspas de mimbre -para sumar al look portorriqueño, haciendo honor a su nombre- y un proyector para partidos de fútbol en vivo ahora que arranca el Mundial.
Entre las mesas, el piano de cola, en lugar de cuerdas esconde un equipo de sonido. En el techo, las luces tienen alas, para homenajear a Ángel D'Agostino y Ángel Vargas. Sobre la barra del fondo balconea un pequeño escenario esquinado para shows de tango.
La barra de despacho para comprar y llevar ya no está más a la izquierda y al fondo, sino adelante a la derecha. “Lo hicimos así para que el escenario del fondo cobre relevancia”, explica Gabriel Aspe, el nuevo gerente. Debajo de esa pista, la barra del fondo será punto de origen del café para consumir en el lugar.
Una placa de bronce recuerda que La Puerto Rico fue declarado café notable y también siguen allí el reloj redondo de números romanos, las tazas de borde dorado y los dispensers que contienen los granos de café, esperando para ser tostados a la vista del público.
La carta continuará con medialunas, cremonas, pan dulce, churros para fechas especiales y pastelería de elaboración propia a cargo del maestro que venía trabajando en el bar, Aldo. Se pondrá el acento en la sandwichería, con clásicos como pavita o bien vitel toné y matambre, que podrán salir también al plato.
El chef Martín Ruiz Díaz aún está definiendo el resto de la propuesta, que tendrá tres pastas, dos o tres cortes de carne, posiblemente algún menú ejecutivo.
Habrá espectáculos de tango, en principio los fines de semana, bajo la dirección de los bailarines Gladys Barreiro y Flavio Catuara, que cumplen un rol similar en el café Tortoni. Inclusive hay un proyecto para armar una milonga al atardecer, ahora que su vecina La Ideal reabrirá sin reincorporarla a su programa. De concretarse, sería el único bar notable milonguero.
Susana Espósito - Publicada el Martes 15/11/22 - 4717 caracteres
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