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Festejos futbolísticos, sinónimo de desbordes y destrozos

El domingo 22 de mayo Tigre y Boca jugaron la final de la Copa de la Liga, en el Estadio Mario Alberto Kempes, en Córdoba y Boca se consagró campeón, ganando por 3 a 0.

Muchos simpatizantes de ambos equipos viajaron a Córdoba para presenciar el partido y los hinchas de Boca que no viajaron, salieron a festejar, concentrándose en la Plaza de la República, junto al Obelisco, pero... como suele ocurrir, no se limitan a cantar, vestir la camiseta, gorras y otros elementos del Club del cual son simpatizantes sino que suman alcohol e incluso otro tipo de consumos, que los lleva a hacer destrozos en la zona.

En esta oportunidad, uno de los hinchas de Boca, aparentemente ebrio, se colgó de las rejas que rodean al Obelisco y cayó hacia la parte interior, tuvo un corte en el rostro y debieron llamar a los Bomberos para poder ingresar al recinto donde estaba tirado y también al SAME para que lo asistiera.

Este hecho hizo que se presentara un importante operativo de la División de Operaciones Urbanas de la Policía de la Ciudad para formar un cordón y desplazar al resto de los hinchas que estaban en los alrededores y permitir el ingreso de los médicos.

También arribó personal de la Policía de la Ciudad para custodiar los festejos y a fin de evitar posibles incidentes como sucedió en más de una oportunidad en el desborde de los festejos en la zona céntrica.

Asimismo, un grupo de los que llevaba más de dos horas celebrando, se molestó con la presencia policial y comenzaron a tirar piedras y botellazos a los policías que hacían el perímetro para que avanzara la ambulancia.

Hubo un agente herido por un botellazo y el agresor fue detenido, lo que también despertó reacciones, en una escalada de desborde. Tras la lluvia de proyectiles, la Policía identificó a otros seis agresores y también los detuvo.

Tras las detenciones, ya cuando el tumulto había calmado se confirmó que otro agente policial resultó herido, también por pedradas.

Son varios los antecedentes que tiene la hinchada del xeneize en otros festejos en el Obelisco, en oportunidades en que el club salió campeón en otros torneos, pero parece que los disturbios y destrozos forman parte de lo que simplemente debería festejarse, sin violencia, con la alegría de ver salir campeón a su equipo.

Susana Espósito - Publicada el Lunes 23/05/22 - 2315 caracteres