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Abrirá al público un túnel de la Iglesia de San IgnacioMucho se habla de los túneles que circulan debajo de las baldosas de Buenos Aires y a partir del sábado 13 de noviembre será posible visitar uno de ellos, que circula debajo de la Iglesia de San Ignacio de Loyola, situada en Bolívar 225. Este túnel jesuítico colonial data de principios del siglo XVIII y comunica con el colegio Nacional Buenos Aires y el jueves 11 se realizará un acto inaugural en el que fuera el claustro del Colegio Grande de San Ignacio, luego conocido como Real Colegio de San Carlos, que también fue restaurado y se abrirá al público general con visitas guiadas. Las visitas incluirán un recorrido por la torre sur, construida en 1680, que conserva sus tres campanas originales que aún funcionan —la más antigua data de 1766—, a la que se podrá subir para, a través de su escalera original que fue reacondicionada, acceder al mirador. La visita también incluirá a la torre del reloj, construida por el ingeniero Felipe Senillosa a mediados del siglo XIX, donde se encuentra el reloj inglés que pertenecía al Cabildo de Buenos Aires. La puesta en valor de la Iglesia de San Ignacio de Loyola comenzó con un plan maestro que, en 2007, por iniciativa del padre Francisco Baigorria, párroco del santuario, que se puso al hombro el proyecto, debido el gran deterioro que tenía la Iglesia, que es la más antigua de Buenos Aires. El proyecto de resignificación histórica y cultural fue impulsado por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, actual Sumo Pontífice. Actualmente, el padre Baigorria recuerda aquel momento y comenta: “Llevo 16 años acá y cuando llegué me encontré con un monumento en ruinas. Durante estos años trabajamos con mucha fuerza para restaurar y poner en valor este edificio que es lo más antiguo que tiene Buenos Aires. Para mí es un momento importante, no solo a nivel personal, sino para la vida de la iglesia, de la ciudad de Buenos Aires y de la patria en general”. También somos varios los que recordamos al sacerdote con una alcancía de madera, en la calle, para pedir colaboración y visibilizar la necesidad de recuperar la Iglesia y ahora, nos alegra ver que pudo lograrlo. La iglesia fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942 y junto a ella, el colegio. En la manzana se distribuían lo que los jesuitas llamaban la procuraduría o administración y el resto eran huertos. “La primera estructura de la iglesia es de 1675; el frente junto con la torre sur es de 1680. Se calcula que para 1712 la iglesia definitiva estaba terminada, por lo menos en su aspecto estructural más importante y se cree que la obra finalizó para la consagración del templo en 1734", explica Ana María Di Consoli, guía de turismo e historiadora, y coordinadora y gestora del acto inaugural y visitas guiadas del Proyecto San Ignacio, junto a Soledad Saubidet, guía de turismo. El arquitecto Fabio Grementieri, vocal de la Comisión Nacional de Monumentos de Lugares y de Bienes Históricos cuenta que la iglesia conserva su fachada de estilo colonial, barroco y fue diseñada por los jesuitas alemanes Juan Krauss y Juan Wolf. “En 1697 llegó a Buenos Aires el hermano Juan Krauss, de origen germano, quien proyectó la iglesia y el colegio de San Ignacio. Cuando falleció en 1714, se paralizó la obra durante varios años, hasta que llegaron a Buenos Aires los arquitectos que definitivamente la terminaron, Andrés Bianchi, Juan Bautista Prímoli y Juan Wolf”. Di Consoli explica que “Es el único túnel que la gente va a poder caminar en Buenos Aires, actualmente este túnel debe tener unos 30 metros caminables y dos chicotes laterales, uno de cuatro o cinco metros y uno pequeño. Se usaban para defensa de la ciudad”. El sacerdote, Francisco Baigorria, explica que los túneles eran un elemento que unía a toda la ciudad colonial por seguridad: “Unían los edificios más sólidos que tenía aquella Buenos Aires de casonas de adobe y barro, conectaban el fuerte, el cabildo, los conventos y San Ignacio como una estrategia de defensa ante la posible invasión. Lo real es que con el desarrollo de la ciudad estos túneles prácticamente se perdieron. El único tramo de túneles más importante y significativo que tiene la ciudad es este”, dijo el padre. Susana Espósito - Publicada el Jueves 11/11/21 - 4244 caracteres |