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Vecinos enojados por el retiro de un añoso ombúEl viernes pasado, un histórico ombú que estaba situado frente al Ministerio de Defensa, fue retirado del lugar porque según explicaron fuentes del Gobierno porteño, estaba deteriorado por la acción de un hongo y era irrecuperable. Esto provocó el enojo de varios vecinos de la zona, que según sus dichos podía ser salvado. El ombú había sido podado una semana antes y se le había aplicado un tratamiento con agroquímicos para intentar recuperarlo, pero según los entendidos, un 60% de sus raíces estaban podridas y era insalvable. Luego de la poda se realizó un informe que fue publicado el lunes 17 como anexo en el Boletín Oficial de la Ciudad. Allí se indica que “el agente patógeno es un hongo identificado como Fusarium el cual habita en el suelo, se caracteriza por causar marchitamiento vascular, podredumbre radicular, podredumbre del pie y del tallo”. “Se había consumido toda la estructura interior”, explican desde el área de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad. Sin embargo, los vecinos y miembros de organizaciones comunitarias no están de acuerdo con el Gobierno porteño y sostienen que era mucho lo que podría haberse hecho antes de extirpar y advierten que la colocación de baldosas en torno al árbol hace dos años ayudó a que la planta enfermara. Un punto que se marca en el mismo informe oficial: “Las condiciones del sitio en el que está ubicado el ombú (la plantera no permite la filtración del agua, la oxigenación del suelo es baja) favorecieron la presencia y el ataque del patógeno”. Ese cantero se hizo cuando se realizó la puesta en valor de la plaza para su inclusión en el Parque del Bajo, inaugurado en mayo de 2019. Hasta ese momento, el ombú formaba parte de los jardines de ese espacio, pero durante las obras terminó separado del resto de los árboles, restringido a un cantero en medio de las baldosas. Algunas vecinas recuerdan con nostalgia que sus hijos jugaban y correteaban alrededor del ombú, otros vecinos extrañarán la sombra proyectada por su frondosa copa y algunas hicieron comentarios poco felices, sin darse cuenta de lo que decían, porque el uso que le daban y extrañan también pudo dañar y perjudicar al pobre ombú, por ejemplo una mujer llamada Paula expresó: “En ese ombú mis hijos aprendieron a trepar. Les fascinaba caminar por las raíces que sobresalían, como si fuera un elefante”. Una pena que no se haya dado cuenta que NO era un elefante, era una hierba gigante (porque el ombú no es un árbol) y treparse y pisotear sus raíces ha sido un maltrato tan imperdonable o más que haberlo extraído porque ya estaba muerto. Susana Espósito - Publicada el Lunes 31/05/21 - 2628 caracteres |