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Paros del personal sanitario por mejoras salariales
El viernes 23 de julio, el personal de Sanidad organizó paros de cuatro horas por turno, en clínicas y sanatorios de todo el país, en reclamo de mejoras salariales. Esto obligó a dichas instituciones a reprogramar los turnos que no son urgentes.
El jueves 22 había vencido el período de conciliación obligatoria dictado por el Ministerio de Trabajo y ante el fracaso de la paritaria, la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA filial Buenos Aires), que lidera el jefe de la CGT Héctor Daer, y la Federación de Trabajadores de la Sanidad organizó el paro del viernes.
Exigen a las cámaras empresarias un inmediato aumento salarial del 45 por ciento sobre los básicos para los convenios colectivos asistenciales. ATSA expresó en las redes sociales que sin salario no habrá salud porque no piensan resignar su salario.
Además de sanatorios y clínicas, el paro afectó a hospitales privados, geriátricos y servicios de emergencia.
En la negociación de paritarias, los empresarios del sector argumentaron que no están en condiciones de dar respuesta al aumento requerido hasta tanto el Gobierno actualice aranceles y cuotas de la medicina privada.
El miércoles, los trabajadores de Sanidad habían marchado con epicentro frente al Sanatorio Güemes, donde un grupo de delegados sindicales y trabajadores de ese centro médico encabezaron las columnas sobre la avenida Córdoba.
Entre los manifestantes estuvo presente Daer, titular de ATSA y secretario general de la CGT, afín al presidente Alberto Fernández.
En las mencionadas marchas realizadas la semana pasada el pedido era por un salario digno y los empresarios aducen cuestiones de financiamiento. “Lo fundamental es recomponer el salario de 270 mil trabajadores en todo el país”, remarcó el líder gremial.
La posición del Gobierno ante la medicina privada suma tensión al conflicto, ya que retrasa los aumentos a las clínicas de prepagas a punto tal que el último incremento lo tuvo que autorizar la Justicia.
Asimismo, la posición tomada por la vicepresidenta Cristina Kirchner es conocida, quiere “integrar” las prepagas, con los hospitales públicos y las obras sociales.
El dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, denunció que el Gobierno “desfinancia” a las clínicas privadas para tratar de hacerlas quebrar.
Susana Espósito - Publicada el Viernes 23/07/21 - 2324 caracteres