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Una viuda que seguía escribiendo cartas al esposo

El 4 de marzo de 1811, moría en alta mar el doctor Mariano Moreno, mientras se dirigía a Inglaterra en misión diplomática. Este jueves se cumplen 210 años y aún hoy sigue habiendo dudas sobre su muerte. Fue natural o lo mandaron a asesinar.

Moreno era hijo de labradores, que en cierta oportunidad, viajaban desde Cádiz a Lima, pero debido a una tormenta desembarcaron en Buenos Aires y ante lo mal que lo pasaron durante la travesía, su padre juró que nunca más subiría a un barco. Fue así que Mariano Moreno nació en Buenos Aires, el 23 de septiembre de 1778. Fue el mayor de 14 hermanos y cuando tenía 15 años ingresó al Colegio San Carlos. Sus padres querían que fuese sacerdote, era jerarquizante, como posteriormente ocurrió con otras familias que se enorgullecían de tener un “hijo dotor”.

El joven viajó a Tucumán y luego a Chuquisaca (Bolivia) para ser sacerdote, pero un día, durante una misa vio una cara de ángel y ojos saltones, Guadalupe Cuenca, que tenía 13 años y también estaba pupila, educándose para ser religiosa.

Ellos se enamoraron y dejaron la vocación religiosa, aunque la madre de Guadalupe no aceptaba esa relación y los padres de Moreno preferían que se quedara allá si no regresaba siendo sacerdote.

En 1804, Moreno se recibió de abogado y se casaron. Al año siguiente nació Marianito y regresaron a Buenos Aires, para vivir en Diagonal Norte y Florida, en el lugar que actualmente ocupa un Banco.

Moreno trabajó en la administración pública y además tenía algunos clientes ingleses, sumándose además a un movimiento que pretendía derrocar a Liniers, pero el intento fracasó, debido a que Saavedra sostuvo el orden institucional, que dio origen a la enemistad entre ambos.

En enero de 1811 se le encomendó una misión diplomática, según las malas lenguas, para sacarlo de escena, ya que tenía a gran parte de Buenos Aires en su contra, debido a que a pesar de haber sido periodista, según algunos historiadores, promovió la manipulación de información y estaba en contra de la libertad de prensa, motivo por el cual, tenía temor a ser asesinado y regresaba desde el fuerte (hoy ala izquierda de la casa rosada) a su casa disfrazado de sacerdote, con un arma en la cintura. El miedo logró lo que sus padres nunca pudieron, que se pusiera la sotana.

Habiendo embarcado hacia el viejo mundo, y apenas a unos días de su partida, un criado de Guadalupe recogió en el umbral de la puerta de su casa, una caja que contenía un abanico negro y un velo con una nota que le anunciaba que en pocos días sería viuda.

Guadalupe escribió varias cartas a su esposo, que nunca fueron respondidas por él, ya que había muerto en alta mar, unos días antes de que ella besara la primera carta que le enviaba.

Moreno murió en alta mar, a los 31 años y su cuerpo fue arrojado al mar, envuelto en la bandera británica. De allí la recordada frase dicha por Saavedra: "Hacía falta tanta agua para apagar tanto fuego".

Guadalupe vivió viuda 43 años más, nunca volvería a casarse. Falleció a los 64 años.

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 03/03/21 - 3044 caracteres