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El inesperado y lamentable cierre de El VesuvioSituada en avenida Corrientes 1181, en el barrio San Nicolás, se encuentra la Heladería y Chocolatería "El Vesuvio", un clásico porteño que estaba por cumplir 120 años pero no pudo festejarlo porque ha sido otra víctima de la pandemia y la crisis económica que la llevó a cerrar sus puertas. Mucho se habló, desde que comenzó la pandemia, sobre la crisis económica que todos atravesamos en mayor o menor medida. Varios hoteles, restaurantes y bares no pudieron hacer frente a la misma y si bien trataron de reinventarse, implementando el delivery o take away, no alcanzó para cubrir los gastos fijos. La avenida Corrientes es un claro ejemplo de lo que está ocurriendo. Esa avenida "que nunca dormía" ha caído en un letargo demasiado extenso, casi agonizante. Es poca la circulación esa gente que iba y venía a sus oficinas, bares y restaurantes, locales comerciales, los Tribunales, los teatros, cines y todo lo que le daba vida. Estos espacios tan necesarios para los que diariamente trabajaban en la zona del microcentro y que la nueva modalidad del "home office", también impuesta por la pandemia, generó una situación que en algunos casos fue irremontable. Ahora le llegó el turno a "El Vesuvio", que junto a Saverio fueron las primeras heladerías en Buenos Aires y que brillaron en la zona de la avenida Corrientes. Fundada por Alfonso Cositore y su esposa, la heladería funcionaba desde 1902 en Avenida Corrientes 1181. Fue uno de los lugares más visitados por grandes figuras de la literatura argentina, actores y artistas. De ese modo, fue declarado "Sitio de Interés Cultural" por su aporte a la identidad porteña. Entre esas figuras que han pasado por allí podemos citar a Tita Merello, Hugo del Carril, Carlos Gardel, Juan Manuel Fangio, Alfredo Palacios, Luis Sandrini, Horacio Ferrer, Jorge Luis Borges, Julio de Caro y Pinky. Además todos los que pasaban por allí, no podían resistir la tentación de ingresar a disfrutar un rico helado en verano o un delicioso chocolate caliente, con churros, en invierno. El representante de la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (Afadhya), Gabriel Fama, confirmó el cierre definitivo. Hace pocos años, el fondo de comercio familiar se vendió a Mariano Marmorato, un emprendedor que intentó sobrellevar los embates económicos. Pero la pandemia le dio el golpe final y debió cerrar. Otra lamentable pérdida de un emblemático lugar que disfrutaron los porteños y turistas, que seguro van a extrañar. Susana Espósito - Publicada el Lunes 08/03/21 - 2508 caracteres |