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Los argentinos y la "cultura" de la protestaEl pasado jueves 2 de diciembre, la Legislatura porteña aprobó varios emprendimientos inmobiliarios en la Ciudad, con el propósito de sumar ciertos beneficios, pero como ya es costumbre, la "cultura" de la protesta ciega a las personas y seguramente sin evaluar si tienen razón o se están quejando porque sí. Tanto en Costanera norte como en Costanera sur, los predios en los que se desarrollarán estos proyectos inmobiliarios, son espacios que están en un visible estado de abandono, pastizales y raterío. Cuando se transita por la zona frente a Costa Salguero y el aeroparque es común ver inmensas ratas que pululan por la zona y en el caso de Costanera sur, donde alguna vez estuvo la Ciudad deportiva de Boca Juniors, ocurre algo similar. Allí es una zona insegura, donde además suelen estacionan camiones y el espacio está sucio y maloliente, ya que muchos lo usan como orinal. También allí, frente a la ex Ciudad Deportiva, se encuentra el Monumento a España, realizado por el escultor Arturo Dresco e inaugurado en 1936, que fue vandalizado y cercenado en varias ocasiones. Muchas de sus figuras se encuentran sin manos, brazos y piernas, incluso 5 de ellas no tienen cabeza y faltan las placas con los datos y fechas sobre la obra de arte. Quienes se quejan y pretenden truncar estos proyectos de recuperación de ambos espacios argumentan que el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, está rifando la ciudad y exigen que esos lugares deben ser parques públicos, pero surgen varias preguntas: ¿Vieron realmente en qué condiciones están esos espacios? ¿Cuándo fueron al lugar y si fueron, pudieron disfrutarlo como espacio al aire libre? ¿Saben de qué se tratan estos proyectos, los leyeron? Tal vez no se dieron cuenta que se generarán miles de puestos de trabajo (unos 6.000) que serán necesarios para poder concretar los proyectos. Las torres a construir ocuparán solo una cuarta parte del espacio y generarán viviendas, tan necesarias ante el déficit habitacional, pero también habrá estacionamientos, que actualmente son escasos; locales comerciales, polo gastronómico y además, el mayor porcentaje de la superficie (un 75%) será ocupado por espacio público y parquizado, estacionamiento para bicicletas, baños públicos cada 500 metros, juegos infantiles y postas deportivas y se tendrá que garantizar el transporte público. ¿Les parece poco? ¿Creen que es mejor dejarlo abandonado e inutilizado como está? Lo mismo ocurrió con la creación de Puerto Madero, que estuvo abandonado durante tantos años y en 1989, la Corporación Antiguo Puerto Madero dio inicio a la recuperación de esa zona que era un pastizal y sus docks abandonados se convirtieron en nidos de ratas, para transformarse en el barrio más moderno de la ciudad y el preferido de muchos políticos que tienen sus departamentos allí. Otros que tanto criticaron el proyecto, hoy también disfrutan paseando por el lugar, yendo a cenar, a andar en bici, rollers o monopatín y por supuesto cabe recordar que también en este barrio funciona la Universidad Católica, hay complejo de cines y las fabulosas y modernas torres construidas, mirando hacia el río, cambiaron el concepto antiguo de darle la espalda, perdiéndose las vistas hacia el mismo y hacia la Reserva Ecológica, un remanso en la ciudad, tan maltratada y muchas veces incendiada. Ahora, quienes se muestran enojados y exigiendo que no se permita ejecutar estos proyectos, seguramente en el futuro opinarán lo contrario y utilizarán ese sector de la ciudad que el gobierno intenta rescatar de sus cenizas, para disfrute de los porteños y de quienes visiten la ciudad de Buenos Aires. Que el árbol no les impida ver el bosque y dejen de oponerse a cambios favorables, los haga quien los haga, siempre que redunden en beneficio de la mayoría. Susana Espósito - Publicada el Martes 07/12/21 - 3825 caracteres |