OPCIONES DEL MENU
Usted es el visitante |
La esperada reapertura de las peluqueríasSi hay algo que la mayoría espera con ansias es la reapertura de las peluquerías, tanto las mujeres como los hombres, lucen sus cabelleras crecidas y con falta de tintura, excepto los audaces que se animaron a hacer el mantenimiento de su cabello en casa. Según informó el jefe de Gobierno porteño, las peluquerías de CABA podrán abrir sus puertas a partir del miércoles 29 de julio, pero cumpliendo con un estricto protocolo, para minimizar las chances de contagios de covid-19. Los clientes deberán acercarse a los locales solos y con un turno previamente acordado. Tanto los grandes salones como las peluquerías de barrio estarían obligados a no admitir más de una persona cada 15 metros cuadrados de superficie. Esto se traducirá en que, en muchos casos, nunca habrá más de un único cliente en el local. El protocolo completo se dará a conocer de modo oficial en la tarde de este viernes y de acuerdo a trascendidos, incluirá que las piletas para el lavado de cabeza deberán estar separadas entre sí por al menos 1,5 metros y, por supuesto, el uso de tapabocas o máscaras de protección deberá ser permanente. Si el cliente no los tuviera, el local tendrá que facilitárselos. Además, al entrar a la peluquería, habrá que lavarse las manos o higienizarse con alcohol en gel o sanitizante. No se podrán ofrecer snacks, caramelos, ni café. Solo agua, que tendrá que servirse en un vaso individual descartable; y habrá que desinfectar varias veces el surtidor del que provenga. Tampoco se podrán compartir revistas, ni catálogos. Cuanto menos material de contacto compartido, mejor. Cada empleado de una peluquería porteña deberá, al llegar a su trabajo, sacarse la ropa que tenía en la calle y ponerse una bata o uniforme. Tendrá que lavarse las manos antes de aplicar productos como champús, mascarillas o geles y no podrá compartir materiales como tijeras o peines: cada trabajador deberá tener los suyos. Las batas, protectores de cuello y las toallas que se usen para los clientes deberán ser, en lo posible, de material desechable. Otra opción es que estén recién lavados a una temperatura de entre 60° y 90°. Las toallas no se podrán reutilizar, deberá evitarse sacudirlas y, tras usarlas, habrá que depositarlas en una bolsa de plástico para llevarlas a la lavandería. Al momento de abonar, finalmente, deberán preferirse los medios electrónicos. El protocolo detallado fue propuesto a las autoridades porteñas por la Confederación General de Peluqueros y Peinadores de la Argentina. Desde esa entidad estiman que los locales tendrán un 70% de clientes menos —porque deberán limitar los turnos— y que el gasto en insumos crecerá un 60%. En el área metropolitana (AMBA) hay unas 10 mil peluquerías que están cerradas desde hace 120 días. Susana Espósito - Publicada el Lunes 20/07/20 - 2776 caracteres |