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Recordando a Lino Enea Spilimbergo

El miércoles 12 de agosto se cumplen 124 años del nacimiento de Lino Enea Spilimbergo, uno de los grandes maestros de pintura de nuestro país y dentro de sus obras podemos citar uno de los murales en el interior de la cúpula de las Galerías Pacífico.

En 1915 ingresó a la Academia Nacional de Bellas Artes y egresó en 1917 con el título de Profesor Nacional de Dibujo. En 1921 se instala en la provincia de San Juan, donde realiza su primera exposición individual. En 1922 obtiene el Primer Premio de Grabado en el Salón Nacional. A partir de allí comenzaría una vertiginosa carrera y algunas de sus obras fueron adquiridas por la Comisión Nacional de Bellas Artes. Con el dinero ganado viaja a Europa para perfeccionarse y posteriormente participó en varias exposiciones en Italia, Francia, España, entre otros.

Regresó a Buenos Aires en 1930, donde presentó sus obras en varias exposiciones y además, entre 1934 y 1939, se desempeñó como profesor de Pintura en el Instituto Argentino de Artes Gráficas y entre 1935 y 1948 como profesor de Dibujo y Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” de Buenos Aires. Obtuvo varias distinciones y ocupó cargos en importantes Instituciones de las Bellas Artes, entre ellos, en 1956 fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes.

En 1960, Spilimbergo se radicó en París con su mujer Germaine (inspiradora de los grandes ojos, característicos en sus obras). En 1964 viajó a la Argentina para realizar unos trámites, y sufrió un fuerte ataque de asma. Los médicos le sugirieron que antes de regresar a París, se recuperara en las Sierras Cordobesas. Viajó a Unquillo donde falleció el 16 de marzo de 1964.

Las Galerías Pacífico son un punto de atracción tanto para los porteños como para los turistas. El precioso edificio cuya traza tiene forma de cruz griega, nos recuerda a las elegantes Galerías de Vittorio Emanuele en Milán. Además de ser un shopping donde encontramos las marcas más prestigiosas, también se disfruta observando su arquitectura y sobre todo el interior de la cúpula central, pintada por cinco destacados artistas y uno de ellos, Spilimbergo. Los otros cuatro pintores son: Antonio Berni, Demetrio Urruchúa, Manuel Colmeiro y Juan Carlos Castagnino.

Este notable grupo de artistas fue convocado para realizar el trabajo de las Galerías a partir de las obras de remodelación del antiguo edificio del Bon Marché, encaradas en 1945 por el estudio de arquitectura Aslan y Ezcurra. Los murales fueron inaugurados en junio de 1946.

El primero de estos murales es el de Spilimbergo, "El dominio de las fuerzas naturales", en el que pescadores y trabajadores urbanos se mezclan entre inmensas montañas que denotan el silencio y la soledad en la lucha por vencer a la muerte.

Si giramos hacia la derecha, vemos la obra de Berni, se llama "El amor", con colores intensos muestra a una pareja enamorada, en el campo.

A continuación, el mural "La pareja humana", de Colmeiro, en el que las figuras desnudas, en colores pasteles, se cruzan en el espacio. Las expresiones de los rostros demuestran el temperamento de los protagonistas de la pintura.

Continúa "La creación" de Castagnino, que profundiza el intimismo de Berni en "La vida doméstica". Los personajes son típicamente argentinos acompañados por infaltables caballos. La figura de la maternidad asegura el toque poético que el grupo de maestros quiso imprimir en la cúpula.

El recorrido visual finaliza en la obra de Urruchúa. "La fraternidad", que describe la tolerancia entre las razas y los sexos, con figuras humanas dinámicas en medio de una naturaleza estática que las contiene.

Los murales están separados por pinturas más pequeñas que combinan los trazos de los cinco maestros. Urruchúa y Spilimbergo, por ejemplo, eligieron figuras humanas con manos alargadas para representar el esfuerzo del trabajo.

Estas obras maravillosas fueron restauradas en dos oportunidades, la primera, en 1968, bajo la dirección de Berni y la segunda, en 1991, por un equipo argentino-mexicano.

En 1989 el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.

Una buena sugerencia, cuando pase la pandemia y podamos retomar nuestra vida normal, es visitar las Galerías Pacífico y acercarse a observar con detenimiento esa cúpula fantástica, debajo de la que se encuentra una fuente. Cultivemos el hábito de "mirar y ver", levantar la mirada puede resultar sorprendente, Buenos Aires nos ofrece bellísimos edificios con coronamientos y cúpulas que vale la pena descubrir.

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 12/08/20 - 4527 caracteres