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Las villas en los barrios más caros de la ciudad

Hace muchos años, cuando el PRO estaba en campaña y postulaba a Mauricio Macri como Jefe de Gobierno porteño, en rueda de periodistas y charlas de café, decían que erradicarían las villas de la ciudad, sin embargo, pasaron los años y van tres períodos en que la ciudad es gobernada por ese partido y lejos de erradicarlas, las están urbanizando.

Los vecinos de los barrios de Puerto Madero, Retiro y Recoleta, cuando son consultados sobre el tema, se muestran totalmente disconformes y argumentan que ellos viven en esas zonas porque les gustaba y pudieron pagar, pero ahora, ven con desagrado abrir las ventanas de sus departamentos y tienen una vista que les resulta poco agradable: las villas y dejando de lado ese detalle, que no es menor, preguntan por qué ellos debieron pagar sumas tan elevadas para poder vivir allí y los habitantes de las villas han usurpado tierras, viven colgados de la luz y encima les urbanizan e incluso, la Villa 31 cuenta con la escuela mejor equipada de toda la ciudad.

Es de público conocimiento el imparable crecimiento de las villas 31 y 31 bis, que van desde Retiro a Recoleta y con construcciones que llegan hasta 4 y 5 pisos. El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta tiene como uno de sus importantes objetivos la urbanización y así lo viene desarrollando hace tiempo. La intención es convertir las villas en barrios que se integren al resto de la ciudad y ahora también ocurre con la Villa Rodrigo Bueno donde se están relocalizando las primeras 23 familias que fueron desalojadas de la zona del Riachuelo, debido a las condiciones de insalubridad en que vivían.

Los nuevos departamentos de los 46 edificios, construidos al lado del macizo que creció en cantidad de habitantes luego de la crisis económica de 2001, es parte del programa de relocalización a cargo del Instituto de la Vivienda (IVC) que se suma a los otros procesos ya iniciados en la villa 20, la 31, la 21-24 y, próximamente, en Fraga (Chacarita). Los 612 departamentos de los 46 edificios cuentan con agua corriente, electricidad, cloacas y desagües pluviales. También tienen calefones solares para reducir el consumo de energía. Se generarán nuevos espacios públicos y un playón gastronómico para potenciar los emprendimientos de los vecinos.

La urbanización de la villa Rodrigo Bueno genera un nuevo barrio en las tierras más caras de la ciudad. Ubicado en la avenida España al 3200, entre el pulmón verde y la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, el barrio ocupa tierras de gran valor en el mercado. Según el sitio especializado Reporte Inmobiliario en esa zona el metro cuadrado se comercializa a casi 6000 dólares. Quizás por esta situación se generó tanta especulación por el destino del barrio.

La historia de la villa tuvo varios capítulos judiciales y protagonistas que se manifestaron hasta llegar al proyecto actual de urbanización. En el medio también hubo contradicciones que, al mirar hacia atrás, dejan mal parado al gobierno.

En 2005 se hablaba de la erradicación de la villa porque no favorecía la construcción de un nuevo barrio en la ex Ciudad Deportiva con una inversión de 500 millones de dólares. El plan era trazar ese conjunto habitacional con Puerto Madero.

"Formamos una unidad de trabajo con el Instituto de la Vivienda para solucionar este tema. No vamos a impulsar el desalojo violento de las tierras; no vamos a ir con topadoras. El barrio que se instaló allí se irá y el gobierno le devolverá el espacio a la Reserva Ecológica", aseguraba en su momento el vicejefe de gobierno y secretario de Desarrollo Social, Jorge Telerman. La posición era defendida por el ex jefe de gobierno, Aníbal Ibarra.

Alertados por la situación los vecinos interpusieron un recurso de amparo solicitando la nulidad de un decreto sancionado con el objetivo de desocupar la zona. Fue la primera excursión en la justicia. Más tarde, en 2011, la jueza Elena Liberatori, del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 4 les dio la razón al planteo formulado por los vecinos. Liberatori le ordenó al Gobierno que presente un plan de integración social y urbana y que provea al barrio de servicios públicos; además declaró la nulidad del decreto.

"Realmente es un disparate. En este caso es una zona donde no hay infraestructura adecuada para que la gente viva. Estamos convalidando una toma; la gente ha usurpado un lugar", sostenía el por entonces jefe de gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta. "Vamos a apelar el fallo. Es muy a la ligera convalidar a gente que tomó un lugar hace unos años y ahora hay que darle la propiedad de la tierra", agregaba.

Qué gran contradicción, qué cambio abrupto de pensar y accionar. Estas son algunas de las actitudes que hacen descreer a los ciudadanos y lo ponen en una situación de incredulidad ante tantas promesas incumplidas de cada gobierno o aspirante a serlo, que durante las campañas prometen cosas que raramente cumplen. Ya lo dijo el ex presidente Menem: "Si hubiera dicho lo que iba a hacer, nadie me votaba".

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 19/06/19 - 5044 caracteres