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Restauración y puesta en valor
de la confitería Ideal

Situada en la calle Suipacha 384, en el barrio de San Nicolás, la Confitería Ideal es una de las más emblemáticas de Buenos Aires y como tal, figura en el listado de confiterías notables. Fundada por un inmigrante gallego, Manuel Rosendo Fernández, abrió sus puertas al público en 1912 y se convirtió en lugar de encuentro de la alta sociedad porteña y personalidades destacadas. Cerró sus puertas hace tres años, debido a su importante deterioro y ahora, se está trabajando para devolverle el esplendor de otros tiempos.

Sus bronces, boiseries y estucados le daban un toque señorial y refinado que se fue opacando con el paso de los años, incluso en abril de 2005 se produjo la caída de la araña, que pesa cerca de mil kilos, mientras había algunas personas tomando una clase de tango, a raíz de esto un señor de 76 años, fue alcanzado por el artefacto eléctrico, recibiendo un golpe en la nuca y el hombro, aunque sin consecuencias graves. La araña estaba siendo reparada y poco antes de iniciar la clase, uno de los obreros la elevó en forma precaria e incluso colocó mesas debajo por cualquier eventualidad y finalmente, eso es lo que ocurrió.

Ya en 2016 y ante los problemas estructurales de ese espacio, un grupo gastronómico compró la Ideal y puso en marcha una completa renovación. Para lograrlo, trabajan allí especialistas en bronces, maderas, estucos, dorados a la hoja y vitrales, entre otras especialidades, un importante número de albañiles trabajan con esmero para que los porteños y turistas vuelvan a disfrutar de ese bello lugar.

Si bien se trabaja sin prisa y sin pausa, para lograr el mejor de los resultados, se estima que las obras aún tomarán cerca de un año. Sin embargo, ya es posible observar algunos avances, por ejemplo en la cúpula con claraboya que corona el salón del segundo piso, compuesta de unos 60 paneles de vitrales y de una intrincadísima moldura elaborada con la milenaria técnica natural de cartapesta. Además, fue liberada de una estructura exterior que impedía el ingreso de luz natural.

El arquitecto Alejandro Pereiro, del estudio Pereiro, Cerrotti & Asociados, especializado en proyectos gastronómicos, como los que desarrolló en los restaurantes Fervor y Piegari Carnes o el café Petit Colón, es ahora quien está a cargo de esta ambiciosa obra.

También ya lucen radiantes los estucos y los dorados a la hoja de las molduras de los cielos rasos, a 4,8 metros del piso, y de los capiteles de la docena de columnas que engalanan cada uno de los dos salones principales. Además, ya fue acondicionada toda la boiserie de cedro y raíz de guindo, detrás de la cual fueron disimulados 44 acondicionadores de aire.

El edificio completo abarca unos 2000 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas y dos entrepisos. Una imponente escalera conecta el salón principal de la planta baja con el del primer piso, cada uno de unos 400 metros cuadrados.

Algunas de las personalidades que alguna vez estuvieron en la Ideal fueron: Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Luis Sandrini, Juan Domingo Perón, Eva Duarte de Perón, Joan Manuel Serrat, Maurice Chevallier, María Félix y Robert Duvall, Yoko Ono, Björk y Charlie Watts, baterista de los Rolling Stones.

La Ideal también fue utilizada como locación para distintas películas: Evita, de Alan Parker, o Tango, de Carlos Saura. "Madonna bailó con el Che [Antonio] Banderas. En el primer piso de la confitería Ideal hubo ritmos de rumba, foxtrot, tango y milonga. Cuarenta parejas de bailarines fueron contratadas por Parker para dar ambiente a esta escena".

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 24/04/19 - 3592 caracteres