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Cerró el Palacio de la Papa FritaSituado en Lavalle 735, en el barrio San Nicolás, el Palacio de la Papa Frita ha sido uno de los preferidos de los porteños y los turistas que visitan Buenos Aires. Su nombre se debe a la especialidad de sus papas soufflé, que eran irresistibles. El rotundo cambio que sufre la peatonal Lavalle, donde se hace visible su deterioro y pérdida del glamour de otros tiempos, llevó a tomar la decisión de cerrar este restaurante. La noticia comenzó a circular en las redes sociales, y también en algunos medios, pero en realidad, se cerró ese local para mudarse a otro en la calle Suipacha, a pocos metros de Avenida Corrientes. Hace cuatro años, la sede de avenida Corrientes y Montevideo pasó por una situación similar: si bien nunca cerró, una confrontación entre los socios la tuvo a punto de naufragar. El lugar fue nombrado "bar notable" y desde entonces duplicó su clientela y no paró de trabajar. Hoy es el elegido por artistas y famosos que hacen sus funciones en los teatros de la avenida. Según contó el encargado del local de la calle Lavalle, Jorge Lampa, "Estamos en plena obra y nos mudamos a Suipacha, casi esquina Corrientes. Esperamos recibir el salón cuanto antes para empezar a trabajar rápido. En Lavalle perdimos mucha clientela porque la peatonal está muy deteriorada. Hemos tenido muchas reuniones con funcionarios, con las cámaras. Es necesario hacer algo urgente, porque por las noches está muy complicado transitar. A nosotros la cantidad de clientes nos bajó muchísimo y no podíamos tener la mitad del día un salón casi vacío", lamentó. Así fue que decidieron la mudanza. El local de Lavalle fue el primero en llevar la marca que ahora es un ícono de Buenos Aires. El primer dueño y encargado fue un español de apellido Ramos, en los años '50. Fue quien trajo la receta de la papa frita soufflé, la estrella de la carta, de Francia. "Era un plato que sólo se hacía acá y en París", recordó hace unos años Ramiro Rodríguez Pardo, que fue propietarios de El Palacio en los 60. Si bien, debido a la devaluación, Buenos Aires está recibiendo muchos turistas, también es verdad que la crisis impacta fuerte en el consumo de los vecinos. Son varios los dueños de locales que hacen referencia a la situación de Lavalle y coinciden en que más que atraer al turista, lo espanta. Resulta penoso recordar cuando Lavalle era la calle de los cines, los restaurantes, los cafés y algunos locales de otros rubros. Las luminarias de las marquesinas, la multitud de gente que paseaba por allí es un contraste del ayer que invitaba a disfrutar esas propuestas y el hoy, que muestra cines cerrados, ocupados por pastores y predicadores o locales que son simplemente ferias armadas con mal gusto y de baja calidad. A eso se suma suciedad y falta de seguridad, que hacen poco probables las ganas de pasear por allí. Susana Espósito - Publicada el Martes 06/07/19 - 2846 caracteres |