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El teléfono, según pasan los años

El viernes 4 de enero se cumplen 138 años de la instalación del primer teléfono, en la ciudad de Buenos Aires. El dueño del preciado aparato fue Don Bernardo de Irigoyen.

El martes 4 de enero de 1881, se instalaron los primeros veinte teléfonos. El técnico francés Víctor Anden llamó a la puerta de una gran casona ubicada sobre la calle Florida 611, entre Tucumán y Viamonte. Llegaba a instalar el primer teléfono de la ciudad de Buenos Aires en la casa de don Bernardo de Irigoyen, quien en aquel momento era Ministro de Relaciones Exteriores del presidente de la Nación, Julio Argentino Roca, quien también, el mismo día, recibió su teléfono en su residencia de Av. Rivadavia 4805. El tercer aparato fue para la casa del primer Intendente Municipal, Torcuato Antonio de Alvear.

Con el correr del tiempo, las familias más adineradas fueron adquiriendo su teléfono y así fue creciendo la telefonía en nuestro país, con ciertos altibajos, ya que solicitar la instalación de los aparatos, a veces demoraba dos décadas, increíble, pero cierto.

Vender una vivienda con teléfono era un valor agregado que elevaba el costo de la misma.

Sin embargo, la aparición de los teléfonos celulares, actualmente de uso masivo, fueron ocupando un lugar de privilegio que desplazó casi por completo la telefonía fija, sobre todo, porque además de hacer y recibir llamadas, existen aplicaciones de todo tipo, que facilitan la vida de los usuarios y los hace casi imprescindibles para todos.

Claro que todo tiene beneficios y perjuicios. Los primeros serían poder estar conectados en todo momento y en cualquier lugar, realizar variadas operaciones, reservas, check in en aeropuertos, operaciones bancarias, etc, tomar fotografías, filmar, escuchar música, entre otras. El perjuicio es el excesivo uso y desde muy corta edad, el peligro de los arrebatadores que roban y venden los móviles, la distracción de los usuarios al cruzar las calles o conduciendo, etc.

De cualquier manera, vale la pena recordar que también la telefonía ha experimentado cierta alquimia, desde aquella fecha en que se instaló el primer teléfono fijo a la actualidad, con celulares de última generación, cuyo objetivo es facilitar la comunicación, aunque también la dificulta, ya que todos están tan pendientes de su móvil, que se está perdiendo el contacto visual y la grata charla "en vivo y en directo" y de risas compartidas que resultan más gratas o lágrimas que buscan el consuelo de un abrazo, una caricia y solo encuentran un frío emoticón.

Susana Espósito - Publicada el Jueves 03/01/19 - 2532 caracteres