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Cortázar, ciudadano ilustre post mortemEl viernes 12 de julio, Julio Cortázar fue declarado por la Legislatura bonaerense, Ciudadano ilustre post mortem, de la provincia de Buenos Aires. La distinción fue otorgada por su obra de incalculable valor, a 35 años de su muerte. La Ley 15.140, sancionada el 30 de mayo pasado en la Legislatura bonaerense y publicada este viernes en el Boletín Oficial, declara ciudadano ilustre al autor de "Rayuela", "Bestiario" y "Final del Juego", entre otros libros, por su obra "de incalculable valor, trayectoria en la docencia y su aporte permanente en favor de la cultura". La iniciativa aprobada en la legislatura fue presentada por la diputada del Frente para la Victoria, Rocío Giaccone, y los fundamentos de dicha ley señalan: Cortázar, que nació en Bruselas, Bélgica, en 1914, "es considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, y maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general, y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal". Además, sostienen que, "debido a que los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo". Los mismos fundamentos de la ley también destacan que "aunque es reconocido principalmente por su narrativa, escribió gran cantidad de poemas en prosa (en libros mixtos como historias de cronopios y de famas, un tal Lucas, último round); e incluso poemas en verso (Presencia, Pameos y Meopas, Salvo el Crepúsculo, El futuro, Boleto)". Cortázar llegó a la Argentina a los 4 años, junto a su padre, Julio José Cortázar, que había sido funcionario de la embajada argentina en Bélgica, y su madre, María Herminia Descotte. Sus primeros años fueron en Banfield, donde realizó los estudios primarios, en la Escuela N°10 de esa localidad. Más tarde se formó como maestro normal en 1932 y profesor en Letras en 1935, en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta. Fue un escritor, traductor e intelectual que sin renunciar a su nacionalidad argentina, optó por la nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el régimen militar argentino. En agosto de 1981 sufrió una hemorragia gástrica y salvó su vida de milagro. Nunca dejó de escribir, fue su pasión aun en los momentos más difíciles. Poco después, el presidente François Mitterrand le otorgó la nacionalidad francesa. En 1983, vuelta la democracia en Argentina, Cortázar hizo un último viaje a su patria, donde fue recibido cálidamente por sus admiradores, que lo paraban en la calle y le pedían autógrafos, en contraste con la indiferencia de las autoridades nacionales (el presidente Raúl Alfonsín por consejo del actor Luis Brandoni, según el escritor Osvaldo Soriano, se negó a recibirlo). Vivió sus últimos años en París y murió el 12 de febrero de 1984 a causa de una leucemia. Sin embargo, en 2001, la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi afirmó en su libro sobre el escritor que creía que la leucemia había sido provocada por el sida, que Cortázar habría contraído durante una transfusión de sangre en el sur de Francia. Dos días después, fue enterrado en el cementerio de Montparnasse, en la tumba donde yacía Carol Dunlop (su tercera esposa). La lápida y la escultura fueron hechas por sus amigos, los artistas Julio Silva y Luis Tomasello. Como perlita, podemos decir que es costumbre dejar sobre su lápida recuerdos como guijarros, notas, flores secas, lápices, cartas, monedas, billetes de metro con una rayuela dibujada, un libro abierto o paquetes de cerezas. Indudablemente, Cortázar es reconocido y recordado en todo el mundo, pero a veces resulta inexplicable que deba pasar tanto tiempo para un reconocimiento, que incluso hubiera merecido en vida. Susana Espósito - Publicada el Lunes 15/07/19 - 3893 caracteres |