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El Teatro Cervantes recupera su esplendor

El Teatro Cervantes, situado en la calle Libertad 815 en el barrio de Retiro, está recuperando su esplendor de otros tiempos. Ya han retirado el andamiaje sobre la calle Libertad y ahora queda por finalizar la fachada sobre avenida Córdoba.

Fue mandado a construir por la actriz española María Guerrero y su esposo, Fernando Díaz de Mendoza, matrimonio que no sólo empeñó su voluntad y toda su energía, sino su fortuna personal para concretar el proyecto de este estupendo coliseo. Proyectado por los arquitectos Aranda y Repetto, que se inspiraron en la de la fachada de la Universidad de Alcalá de Henares, de estilo Renacimiento y columnas platerescas. Fue inaugurado el 5 de septiembre de 1921.

Los materiales, piezas del edificio y mobiliario llegaron en barco desde diferentes regiones de España: los azulejos, de Valencia; las losetas rojas del piso, de Tarragona; las puertas de los palcos, de Ronda; butacas, espejos, bancos, rejas, herrajes y azulejos, de Sevilla; lámparas y faroles, de Lucena; y la pintura para el techo, de Barcelona. Y desde Madrid los cortinados, tapices y el telón de boca, que representaba el escudo de armas de la Ciudad de Buenos Aires, bordado en seda y oro.

El matrimonio Guerrero no era bueno para los negocios y en pocos años el teatro se encontraba quebrado. Estuvo a punto de ser rematado, pero el presidente Marcelo Torcuato de Alvear lo salvó y ordenó su adquisición.

Como suele ocurrir, con el paso del tiempo, el edificio fue sufriendo un importante deterioro y estuvo aproximadamente 11 años con su fachada semioculta detrás de los andamios, que se habían colocado por la posibilidad de desprendimientos de mampostería. Recién en 2016 se iniciaron las obras de recuperación y puesta en valor y esta semana se retiró parte de ese andamiaje, permitiendo ver parte de su belleza recuperada.

Se estima que para fines de septiembre o principios de octubre todo el frente quedará liberado; aún se trabaja sobre uno de los lados del edificio, el ingreso que da hacia la avenida Córdoba. Y a partir de enero, comenzarían las obras en el interior.

Las obras a realizarse incluirán la actualización tecnológica del edificio y una mejora en las condiciones de seguridad. Luego se restaurarán espacios como el hall de boletería, el foyer, el Salón Azul, la Sala María Guerrero, el Salón Dorado y la Sala Caviglia. Y se adecuará la torre anexa diseñada por Mario Roberto Alvarez en 1968.

Los trabajos realizados en la renovación de los elementos metálicos, se repusieron los elementos premoldeados que se encontraban en mal estado y se restauraron los elementos de hierro, como rejas, barandas y faroles.

Además de la suciedad, había cuestiones de mayor relevancia como las fracturas y desprendimientos de mampostería en cornisas y otras salientes del edificio", explicó Marcelo Magadán, asesor de conservación y patrimonio del Masterplan, y agregó: "Como es Monumento Histórico Nacional, la supervisión de los trabajos estuvo a cargo de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos". "Es importante tener en cuenta la historia del edificio, su evolución, el origen y la época de cada uno de los elementos con los que se trabaja. Por eso, entre los asesores del equipo de proyecto hay un profesional que se ocupa de investigar la historia del edificio".

De esta manera el Teatro Cervantes recuperará su esplendor como en los mejores tiempos.

Susana Espósito - Publicada el Jueves 16/08/18 - 3435 caracteres