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El restaurante de Margarita Barrientos

Todos conocemos la tarea solidaria que desde hace muchos años realiza Margarita Barrientos, una mujer a la que la pobreza y el hambre no le resultan indiferentes y tal vez sea porque nadie se lo ha contado, lo ha sufrido e intenta que a nadie le duela la panza por hambre.

Margarita es quien fundó el comedor Los Piletones, donde diariamente se brinda desayuno, almuerzo, merienda y cena a más de mil doscientas personas y donde ahora, el 19 de febrero, inaugurará un viejo vagón de subte del año 1913, que le fue donado por el Gobierno de la ciudad y se convertirá en un buffet abierto a todo el público, con el objetivo de generar empleo y la posibilidad de visibilizar la Fundación que lleva su nombre y brinda alimentación diaria, atención médica y escolaridad a tantas personas en situación de pobreza.

Ella comenta: "Nosotros pedimos el vagón a través de notas y la ciudad lo donó". El mismo fue acondicionado con la colaboración de varias empresas, que donaron los materiales necesarios para convertirlo en un lugar coqueto y con una noble y solidaria finalidad.

"Allí prepararemos comidas para turistas y se enseñará a cocinar. Algunos chefs profesionales ya se han ofrecido para venir a dar clases. La idea es que tenga una utilidad para el barrio y que sea un emprendimiento sustentable para la misma gente que trabajará ahí".

El coche La Brugeoise, una de las famosas "Brujas" fabricadas en Bélgica, fue donado a partir de la gestión que se concretó desde el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el ministro Franco Moccia al frente.

El comedor fundado en octubre de 1996, por Margarita Barrientos, en el barrio de Villa Soldati es orgullo del barrio y en su puerta de ingreso, al lado de la huerta, se está preparando el vagón que albergará el nuevo restó y buffet.

Según cuenta Margarita, la idea de pedir el vagón fue de Ezequiel Eguía Seguí, director ejecutivo de la Fundación, al igual que la creación de la huerta hidropónica (no se sostiene con tierra sino en agua y fertilizantes). Allí se producen tomates, lechuga, y acelga, entre otras verduras que llegan a la mesa del comedor sin conservantes artificiales. Esos vegetales serán los que degustarán los comensales que lleguen al restó que se llamará igual que la huerta y que ya luce su flamante nombre en uno de los laterales del vagón.

Pero esta incansable mujer siempre va por más y comenta entusiasmada que además harán un horno de barro y una parrilla, que servirán para elaborar comidas típicas de nuestras provincias y anunció que vendrán chefs que capacitarán a la gente para cocinar. "Pero también haremos lo que nosotros sabemos hacer: empanadas, tortillas, pan casero, humita. Acá hay mucha gente de Santiago del Estero, Catamarca y Jujuy que tiene ganas de cocinar, y muchos que quieren probar lo que se come en el Norte de nuestra patria", explica Margarita.

El buffet estará abierto a todo público y se espera una gran concurrencia de turistas a partir de la realización de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 en la vecina Villa Olímpica que se está levantando en lo que era el predio del Parque de la Ciudad.

La inauguración será el 19 de febrero con una merienda, con la presencia del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien es el padrino de la Fundación. No muchos quieren ser padrinos porque esto es muy grande y hay una gran responsabilidad detrás. "Él nos ayudó mucho en varias ideas que habíamos proyectados, así que no le voy a perder la pisada", dice Barrientos.

Cabe recordar que Margarita nació en Añatuya, provincia de Santiago del Estero, el 12 de octubre de 1961. Su madre falleció cuando ella era una niña y su padre la abandonó al igual que a sus hermanos.

Llegó a Buenos Aires en busca de trabajo, de mejorar su vida y contrajo matrimonio con Isidro Antúnez, con quien tuvo 9 hijos propios y 3 adoptados. En 1996 se mudó al barrio Los Piletones, en el sur de la ciudad de Buenos Aires. Allí comenzó con las tareas del comedor comunitario dando alimento a 15 personas, que irían aumentando hasta llegar a más de 1200 en la actualidad.

Además de este comedor, abrió otro en Añatuya y un hogar para ancianos. Ahora, a punto de inaugurar el vagón buffet, Margarita continúa con entusiasmo y nuevas ideas, que siempre tienen el mismo objetivo, la solidaridad.

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 14/02/18 - 4363 caracteres - Foto: La Nación