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Reformas en el código de edificación

El Gobierno de la ciudad impulsa una reforma de los códigos urbanísticos y de edificación, con el objetivo de evitar desproporciones violentas en el trazado urbano y garantizar las identidades barriales.

Las reformas también pretenden que más vecinos puedan trabajar en el mismo barrio en el que viven, que viajen menos e incorporen nuevas tecnologías constructivas.

Para conservar la identidad de cada barrio se pretende, por ejemplo, que no se construya una torre al lado de una casa baja. Esos edificios emergentes en medio de viviendas de una planta, rompen la armonía del paisaje arquitectónico urbano. Asimismo se pretende un mejor aprovechamiento del espacio de los departamentos y fijarán los parámetros sobre dónde, cuánto, cómo y con qué materiales se puede edificar en Buenos Aires.

Esta planificación también tiene el propósito de reducir el uso del automóvil, promoviendo una ciudad policéntrica, que aliente a los vecinos a vivir, trabajar y buscar esparcimiento en el mismo barrio. Para ello se eliminarán las antiguas "zonificaciones", que en el código urbanístico (aprobado en 1977) establecían áreas destinadas a un uso específico. Por ejemplo: la Ciudad Universitaria, para la educación; el microcentro, para actividades financieras, o la ribera del Riachuelo, para las industrias.

Si prospera la reforma impulsada, en las zonas más residenciales se podrían abrir pequeños comercios, mientras que en sus avenidas se permitiría la instalación de oficinas. Por otra parte, se espera una mayor circulación de gente y un mayor uso nocturno del espacio público que influiría en mayor seguridad.

Asimismo se regularía la altura máxima de los nuevos edificios. Ya no estará determinada por cálculos matemáticos en función de la superficie de las parcelas. En el futuro se fijaría según un esquema fijo de seis valores, acorde con la identidad de cada barrio, que van desde la planta baja y dos pisos (nueve metros) hasta la planta baja y 12 pisos (38 metros).

La regulación de la altura de los edificios, tal como se realiza en otros países, garantiza mayor homogeneidad y preservación de la identidad barrial.

El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta adelantó que ya no será posible que en uno de esos barrios residenciales un desarrollador inmobiliario compre varios terrenos, los cerque y levante un edificio de 15 pisos, como ya sucedió.

Cabe recordar que el actual Código de Edificación fue redactado en 1943 y es necesario introducir los cambios acordes a los tiempos que corren en cuanto a otras necesidades de vivienda y nuevos materiales de construcción.

El proyecto que se enviará a la Legislatura alienta el empleo de nuevas tecnologías y materiales con el fin de optimizar la construcción y reducir costos.

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 21/03/18 - 2771 caracteres