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Protección visual para el
Parque Leonardo Pereyra

El Parque Pereyra se inauguró en 1920, ante la presencia del presidente Hipólito Yrigoyen. Ocupa una superficie de casi 60 mil metros cuadrados. Era una zona baja e inundable, por lo cual debieron rellenar los terrenos con tierra extraída del túnel que se hizo para la construcción de la línea A de subterráneos. Esas tierras pertenecieron a la familia Pereyra Iraola.

La Comisión Nacional de Monumentos presentó un proyecto para preservar la visual abierta del Parque, el Complejo del Sagrado Corazón y el pintoresco paisaje de calles de adoquines, PH, casas y edificios bajos en lotes pequeños, que conviven con talleres y fábricas distribuidos en manzanas irregulares.

"Las modificaciones urbanísticas que se podrían llegar a producir en este entorno impactarían significativamente en el carácter del parque, en las construcciones religiosas y en el barrio en su conjunto", señala el proyecto de creación del área de amortiguación visual, remitido por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos a la Legislatura porteña la semana pasada.

El objetivo es que los diputados sancionen el nuevo Código Urbano, que regula las alturas de los edificios en la ciudad. Luego de varias reuniones entre la Comisión de Monumentos y el Ministerio de Desarrollo Urbano, para estipular cuánto deben medir las edificaciones en esa zona de Barracas, se acordó que el flamante código prohíba construcciones de más de 10,5 metros de altura en el entorno inmediato de la Basílica del Sagrado Corazón y del Parque Pereyra, ambos declarados monumento histórico nacional en 2017, explicó el Ministerio de Desarrollo Urbano al diario La Nación.

La iniciativa tiende a proteger la identidad del barrio, bajando la altura de los edificios que se pudieren construir en el entorno del parque y la basílica, es decir, en el borde y pegado a ellos. Así lo explicó una fuente del ministerio.

Según el proyecto presentado, deberían prohibir la construcción de edificios de más de tres pisos, más allá del entorno inmediato de los dos monumentos, dentro de una zona más amplia, formada por un polígono delimitado por las calles Australia y Perdriel, Australia hasta Santa Elena, Santa Elena hasta Osvaldo Cruz, Osvaldo Cruz ambas aceras hasta Luzuriaga, Luzuriaga, Luján, Vélez Sarsfield, Osvaldo Cruz hasta Luna, Luna hasta vías del ferrocarril, vías hasta Perdriel, y Perdriel hasta Australia, incluida la Colonia Sola.

Según los vecinos, al crearse un área de amortiguación alrededor del pulmón de Barracas, se conservaría la visual abierta. Así lo señala María Rosa Gamondes, investigadora del barrio, que vive en la casa que fue de sus abuelos, frente al parque.

La Basílica del Sagrado Corazón, en la avenida Vélez Sarsfield esquina Iriarte, fue construida entre 1905 y 1908, gracias a donaciones de la misma familia, los Pereyra Iraola. En el templo, sobreviven joyas arquitectónicas y decorativas. En los 165 bancos todavía se puede ver el número asignado por el carpintero que hace más cien años los envió, desarmados, desde Francia. Pero también posee siete altares, 34 vitrales, rosetones, pisos y apliques de época.

Además de la iglesia, el complejo, cuenta con un colegio y lo que fue un seminario, una obra religiosa, que el arzobispado porteño confió a los sacerdotes bayonenses, una de las parroquias donde en los últimos años se abrieron duchas para que gente en situación de calle puedan tomar un baño caliente o refrescarse en verano.

Los parques fueron diseñados por el arquitecto paisajista francés, Carlos Thays.

Susana Espósito - Publicada el Lunes 30/07/18 - 3571 caracteres