Anulación de la licitación por concesión de la Estación de ómnibus
Hace una semana, tres consorcios se presentaron al primer llamado a licitación para renovar la concesión de la estación terminal de ómnibus de Retiro, pero debido que el Gobierno no quedó conforme con ninguna de ellas, quedará anulada y habrá un nuevo llamado.
Mientras se espera el segundo llamado a licitación, la empresa Terminal de Buenos Aires (TEBA), propiedad del polémico empresario Néstor Otero, mantendrá la explotación. La resolución en la que se da marcha atrás todavía no se publicó en el Boletín Oficial, pero ya está redactada y camina su tramo administrativo en los escritorios del Ministerio de Transporte que preside Guillermo Dietrich.
Se estima que el segundo llamado sería antes de abril del año próximo, cuando vence la prórroga de la concesión actual.
La estación de ómnibus ha generado grandes controversias y fue cayendo en un estado de abandono que es necesario revertir.
El gobierno de la Ciudad tiene concentrada gran cantidad de la inversión y de los planes urbanos a corto plazo en la urbanización de la Villa 31 (ahora Barrio 31, según nomina el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta) y la estación se destaca por ser un lugar detenido en el tiempo y de espaldas a esa modernización.
Desde que se venció la concesión de la Terminal de ómnibus, a fines de septiembre de 2015, el empresario Otero se mantiene allí gracias a sucesivas prórrogas que consigue mientras las licitaciones hacen agua, lo que genera ciertas suspicacias que insinúan la existencia de padrinos y viejas deudas.
Ni bien inició el gobierno de Mauricio Macri, la situación empezó a tratarse y durante todo este tiempo surgieron varias complicaciones en el proceso licitatorio, que quedó teñido por cambios en los pliegos, anulaciones, redacciones sospechadas, algo de espionaje, empleados infieles y presiones a grupos oferentes.
Finalmente, en octubre del año pasado, se abrieron los pliegos. Las ofertas fueron cuatro: Terminales Terrestres, Inda y dos uniones transitorias de empresas conformadas por TH Services y Cusmel y por Terminal Pacheco y Teximco.
Tan polémico es el asunto que desde el momento mismo de la presentación, varios de los actores ya descontaban que esa licitación sería anulada.
El nuevo llamado y la adjudicación llevará varios meses. La idea del Gobierno es que el actual concesionario le entregue al próximo las llaves del predio por el que circulan a diario 50.000 personas, que no haya un tiempo en el medio en el que el Estado se tenga que hacer cargo. Luego vendrá el broche final: la Nación transferirá la terminal a la Ciudad de Buenos Aires.
Susana Espósito - Publicada el Jueves 14/06/18 - 2647 caracteres
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