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Puesta en valor de Plaza de Mayo

Ya comenzaron las obras de puesta en valor de la Plaza de Mayo. Parte de las mismas implican ampliar las veredas y sumar senderos peatonales que priorizará la circulación peatonal. Se estima que las obras estarán totalmente terminadas durante el primer cuatrimestre de 2018.

Para ampliar la superficie de la histórica plaza, se reducirán cuatro carriles. Las avenidas Rivadavia e Hipólito Yrigoyen cederán espacio para sumar senderos peatonales y más veredas.

La Plaza, había sido proyectada por el arquitecto, Juan Antonio Buschiazzo, en 1883. Tiene una superficie de 18.250 m² (215 metros de largo y 91,5 metros de ancho). Ahora será más amplia, sumará 730 metros cuadrados y además, en el espacio ganado al pavimento se plantarán dos hileras de árboles, ganando 450 metros cuadrados de nuevo espacio verde en el entorno de la Casa Rosada, donde comenzó la puesta en valor.

Fuentes oficiales dijeron que aún no se definió cómo se abordará la situación del acampe que desde 2008 mantiene la Asociación Civil Campamento TOAS Plaza de Mayo, integrada por unos 390 ex soldados que reclaman ser considerados ex combatientes de Malvinas. Por el momento los trabajos se están realizando en otro sector.

La transformación de la Plaza de Mayo demandará un presupuesto de $43.800.000. El proyecto estará a cargo del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño.

La Plaza de Mayo es la más antigua de la ciudad, rodeada por las calles Hipólito Yrigoyen, Balcarce, avenida Rivadavia y Bolívar del barrio de Monserrat. Nacen desde su lado oeste tres importantes avenidas: Presidente Julio A. Roca, Presidente Roque Sáenz Peña y Avenida de Mayo. En su entorno se encuentran varios de los principales monumentos y puntos de interés: el Cabildo histórico, la Casa Rosada (donde reside el Poder Ejecutivo de la Nación), la Catedral Metropolitana, el edificio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la casa central del Banco Nación.

Fue el lugar en el que Juan de Garay fundó nuestra ciudad, en 1580, fue escenario de la Revolución de Mayo de 1810 y como testimonio de esos importantes acontecimientos históricos, allí se encuentra el primer monumento patrio que nos lo recuerda, la Pirámide de Mayo, inaugurada al cumplirse un año de dicha revolución. Con el paso de los años, se convirtió en el lugar elegido para protestas o festejos partidarios y también de marchas de distinto tenor, incluso la del orgullo gay, entre otras. Lamentablemente, en esas marchas siempre hay grupos de vándalos que rompen lo que encuentran a su paso y grafitan las paredes de los edificios históricos; actos que merecen una penalización. Debemos concientizar a la sociedad sobre el sentido de pertenencia del espacio público, respetarlo y cuidarlo.

Susana Espósito - Publicada el Lunes 27/11/17 - 2751 caracteres