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Restauración de la Pirámide de Mayo

La Pirámide de Mayo fue el primer monumento patrio, creada en 1811 para conmemorar el primer año de la Revolución de mayo de 1810 y se conserva dentro de la actual Pirámide, situada en el Centro de la Plaza de Mayo, que está siendo restaurada para que recupere la belleza y esplendor que el tiempo y los actos vandálicos le fueron quitando.

La pirámide original había sido construida por el alarife, Francisco Cañete y en 1857 se llamó a concurso para crear un monumento más importante y el proyecto ganador fue el del arquitecto, Prilidiano Pueyrredón, quien decidió conservar en su interior la pirámide de Cañete.

La Pirámide de Mayo alcanza una altura de 19 metros, desde el piso hasta la punta del gorro frigio de la estatua de la Libertad que la corona. Dicha escultura fue realizada por el escultor Joseph Dubourdieu, quien también realizó otras cuatro esculturas que rodeaban a la pirámide y serán recuperadas. Las mismas simbolizan la Astronomía, la Navegación, la Geografía y la Industria, se encontraban en la cornisa del edificio original del Banco de la Provincia de Buenos Aires (en la calle San Martín y Bartolomé Mitre), pero en 1873 se colocaron rodeando a la Pirámide de Mayo y en 1912 fueron retiradas de allí. En 1972 se colocaron en su lugar actual, en la Plazoleta de San Francisco, en Defensa y Alsina. El 18 de febrero próximo comienza el operativo retorno a la Plaza. Ahí, serán restauradas y luego colocadas en la Pirámide.

Después de un mes de iniciadas las tareas, un grupo de restauradores logró retirar de la pirámide, doce capas de material que cubrían el monumento, desde capas de pintura hasta pegatinas. El equipo que está realizando esta delicada tarea está integrado por: Marcelo Magadán, Marta Zaffora, Claudia Arbe, Ines Gómez, Tomas Martins, Branko Sejas, Casimiro Sejas, Ezequiel Andrada, Rubén Fernández, Nazareno Guantay, ayudantes Ismael y Javier.

De acuerdo a lo explicado por la restauradora Marta Zaffora, los revoques de la pirámide fueron hechos con cal apagada, como se hacía en aquellos tiempos y se está trabajando con el mismo material y otros que también son compatibles, para que luzca igual que cuando se construyó y además, que tenga la misma porosidad, algo importante y que se debe resguardar porque si esa porosidad se cierra, facilita la concentración de humedad que deteriora el monumento.

Cabe recordar que al momento de inaugurar la Pirámide se colocó a sus pies un puñadito de tierra de cada una de las provincias argentinas y además, el 8 de diciembre de 2005, allí fueron colocadas las cenizas de Azucena Villaflor, en el mismo lugar donde ella comenzó a organizar la lucha de las Madres que reclamaban y lo siguen haciendo, por sus hijos desaparecidos durante la dictadura militar.

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 15/02/17 - 2783 caracteres