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Se vendería el edificio de Harrods

Harrods en Buenos Aires fue la primera y única sucursal de la tienda inglesa homónima fuera Inglaterra, su país de origen, abriendo en 1914. Situada en la peatonal Florida 877, el edificio ocupó un terreno de 6529 metros cuadrados y la superficie total cubierta y distribuida en ocho niveles y dos subsuelos, suman más de 47 mil metros cuadrados. Cerró sus puertas en 1998 y desde entonces hubo varios intentos de reabrirla o vender el espacio pero nunca se concretó ninguna de las dos opciones, aunque ahora existe la posibilidad de que se venda el inmueble.

El edificio cuenta con Protección patrimonial y de acuerdo a algunos rumores estaría tasado en una importante cifra que iría de 200 a 300 millones de dólares. Todo se mantiene en secreto aunque según algunos trascendidos, el dueño de la propiedad sería Atilio Gibertoni, nombre revelado por alguien allegado al señor, quien pidió que su identidad sea mantenida en reserva. Lo cierto es que las ofertas por el importante inmueble son estudiadas en la sede en Londres, de Goldman Sachs, donde guardan silencio al respecto.

Se dice que en los últimos 20 años, el señor Gibertoni recibió ofertas de los dueños de la vecina Galerías Pacífico, la chilena Falabella, la española El Corte Inglés, la francesa Printemps y hasta de cadenas hoteleras, que no deben haber sido demasiado tentadoras y por ello no se concretaron. Probablemente, las expectativas del dueño del inmueble sean otras y ha preferido esperar hasta que llegue la oferta indicada y acorde a sus pretensiones.

Estas grandes e importantes tiendas, al igual que Gath & Chaves, eran concurridas por lo más selecto de la sociedad porteña, que además de comprar lo que estaba de moda, recibían en sus hogares catálogos con todas las novedades e incluso tenían la posibilidad de encargar ciertos modelos de ropa que podían hacerse a medida. Ese era solo uno de los servicios que brindaba a sus clientes la reconocida tienda. Contaba además con peluquería y confitería, donde las damas y los caballeros solían tomar el té o el aperitivo del atardecer.

Quienes conocen bien el edificio comentan que en su interior hay una fábrica de chocolate, una imprenta antigua y 40.000 libros de ediciones limitadas de la propia Harrods, con tapas en castellano, inglés, francés e italiano y, también, que en el garaje hay tres Volvos, un Jaguar y un Cadillac, parte de la colección de Gibertoni.

Proyectado por el arquitecto inglés, Paul Bell Chambers y el norteamericano Louis Newbery Thomas, este emblemático inmueble, situado en una de las calles más transitadas de la ciudad, está a la espera de ser recuperado para volver a cobrar vida y brillar como en sus mejores tiempos.

Susana Espósito - Publicada el Jueves 01/06/17 - 2713 caracteres