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Discépolo y su Cambalache, siguen vigentes

Enrique Santos Discépolo, poeta, escritor, dramaturgo y actor, murió el 23 de diciembre de 1951, a los 49 años, en su departamento situado en Callao al 700. Esté sábado se cumplen 67 años de su fallecimiento.

Hijo de un músico italiano llamado Santo Discépolo, y de Luisa Deluchi, nació el 23 de marzo de 1901. Su infancia fue triste, perdió a su papá en 1906 y a su madre en 1910, quedando huérfano a muy corta edad. El, fue criado por unos tíos, muy ricos y su hermano, Armando, criado por otros tíos.

Cursó sus primeros estudios en el Colegio de Guadalupe, en Salguero y Paraguay.

Cuando su hermano contrajo matrimonio y lo llevó a vivir con él, Enrique comenzó a disfrutar de una libertad que no conocía y estableció amistades que forjaron su vida. Ingresó el Normal Mariano Acosta para ser maestro, pero al poco tiempo descubrió que su vocación era otra. En vez de concurrir al colegio “pegaba el faltazo” y concurría a una librería donde el dueño le permitía leer los libros que estaban a la venta. Así descubrió su vocación de actor.

Se hizo amigo de varios artistas y antes de cumplir los dieciséis años debutó con Roberto Casaux. Todos sus amigos, con un fuerte compromiso social, algunos de los cuales, más adelante, conformaron el grupo que se conoció con el nombre de “Boedo”. También entre sus amigos podemos citar a Juan de Dios Filiberto y Quinquela Martín.

Estando en Uruguay un amigo de Enrique, José Vázquez, le enseñó a tocar la guitarra y los dos serían los creadores de “Bizcochito”, el primer tango de Discépolo. Tanto Discépolo como Manzi, aportarían al tango una nueva dimensión que marcarían la diferencia con sus letras, en general descriptivas de la vida del porteño y la problemática social de aquellos tiempos. Así surgirían: "Yira, Yira", "Cafetín de Buenos Aires", "Uno" y el siempre vigente "Cambalache", entre otros.

Sin embargo, “Esta noche me emborracho”, que estrenó en 1928, sería el primer éxito importante de Discépolo y el que le abrió las puertas de los sucesivos éxitos. Enrique comenzó a ser conocido y a tener un lugar entre las figuras del tango.

Gardel grabó casi todos sus primeros tangos, lo que legitimó y difundió la obra de Discépolo.

Al enfermarse, en 1934, debió relegar su actividad y un año después viajó por Europa. Al regresar de su gira, participó del film “Mateo”, bajo la dirección de Daniel Tinayre. El cine fue otra de sus pasiones. También incursionó en teatro, pero luego de algunos fracasos y sintiéndose deprimido, se recluyó en su departamento de la calle Uruguay y posteriormente compró un chalet en la Lucila y se instaló allí, junto a Tania.

A fines de 1943 se mudó a un departamento en la avenida Callao, entre Viamonte y Córdoba. Fue amigo de Perón y Evita, a quien visitaba asiduamente. La caída del peronismo le hizo padecer un terrible hostigamiento.

Poco después de su muerte, el Teatro Presidente Alvear pasó a llamarse Enrique Santos Discépolo, por decisión de Perón. El 24 de diciembre de 1951 fue enterrado en Chacarita.

Susana Espósito - Publicada el Viernes 22/12/17 - 3043 caracteres