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Adiós a la Autopista Ribereña

A mediados de la década del 70, por iniciativa del intendente de facto de aquellos tiempos, Osvaldo Cacciatore, se había comenzado a construir la Autopista Rivereña, que estaba pensada en altura, pero solo se llegaron a concretar dos de los nueve tramos que habían sido planificados, quedando inconclusas las obras.

Ahora, cuarenta años después, ese tramo de la Autopista 25 de Mayo, pasará a la historia; el mismo fue desmantelado debido a las obras del Paseo del Bajo, proyecto que fue anunciado en abril por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que busca conectar el sur y el norte del conurbano.

Para desmantelar los vestigios de la Autopista Ribereña, debieron cortarla en tres partes y retirarlas con las grúas más grandes del país. Eran 60 metros, cortados en tres tramos y cada uno de los mismos tiene un peso de más de 200 toneladas. El corte se realizó con una técnica con hilo diamantado.

La mencionada rampa enlazaría la 25 de Mayo con la Illia. Por eso, básicamente, se decidió su demolición, ya que el proyecto del Paseo del Bajo correrá bajo el nivel del suelo, en trinchera.

En el barrio de Retiro perduran tres pilotes de la Autopista Ribereña. Uno se transformó en instalación artística-religiosa, fue recubierto con listones de madera y representa una cruz Tau, ubicada justo en medio de ambas manos de la Illia. Las otras dos también serán intervenidas; según la Ciudad, se consultará a los vecinos de las villas 31 y 31 Bis para que decidan el tipo de intervención.

Susana Espósito - Publicada el Miércoles 09/08/17 - 1523 caracteres