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Cuando adoptar un niño es casi imposible

A pesar de haberse informado que acelerarían los trámites para la adopción de niños, algo que muchas veces lleva varios años, todavía falta priorizar el derecho de los niños a tener una familia y es así que muchos siguen esperando.

Aunque es cierto que el 82% de personas que desean adoptar, se anota para bebes, en los hogares abundan grupos de hermanos y adolescentes que son más difíciles de ubicar, ya que no son muchas las familias que están en condiciones de brindar un hogar y todo lo que implica una buena calidad de vida, a más de un niño.

Tantos trámites y entrevistas terminan ganando por cansancio a los postulados para adoptar y es por eso que en los últimos tiempos, quienes tienen mayores posibilidades económicas recurren a otros métodos que les permitan cumplir el sueño de ser padres, ya sea por alquiler de vientres o adopciones en el exterior, que facilitan mucho más el trámite. Sin embargo, hace 10 años ni siquiera se pensaba en la posibilidad de adoptar a un chico más grande y ahora, algunas parejas no lo ven como un impedimento.

Si bien todos los actores involucrados (jueces, defensores de menores, abogados, organizaciones sociales, psicólogos) señalan que el nuevo Código Civil trajo importantes avances, también coinciden en que, al menos, existen diez trabas importantes que erosionan el complejo engranaje de la adopción.

Según el último estudio elaborado por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia y Unicef en 2015, cada vez hay menos chicos viviendo en una institución al cuidado del Estado: son 9219 niños y adolescentes en esa situación, un 37% menos que en 2012. "La lentitud en el sistema se produce por la falta de información a la comunidad respecto de la posibilidad de adoptar niños no tan pequeños, con quienes los tiempos se acortan muchísimo", cuenta Adriana Abeles, presidenta de la Fundación Campos del Psicoanálisis y asesora del Equipo Reanudar.

"Los niños esperan en los hogares porque dentro del listado de inscriptos no encuentran familias que se hayan postulado para las características de esos niños", dicen Laura Rubio y Laura Salvador, directoras de Ser Familia por Adopción.

¿Cuál es la solución? "Hay que trabajar con los postulantes para que cambien su cabeza sobre cuáles son los chicos que necesitan una familia", dicen María Laura Casal y Mayra D'Assero, de la Fundación Manos Abiertas.

Esta brecha, que todavía resulta insalvable en muchos casos, es la que lleva a que algunos chicos lleguen con 18 años a egresar de los hogares y tengan que crecer de golpe para poder hacerle frente a la vida adulta.

Lo raro es que sabiendo eso, no traten de facilitar los trámites y dejar que corran los años que llevan a los chicos a llegar a los 18 años, sin una familia y con la carencia afectiva que eso significa.

Susana Espósito - Publicada el Martes 10/10/17 - 2810 caracteres