¿Vivienda digna o negocio inmobiliario?

La semana pasada, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció un plan de urbanización de la Villa 31, además de su decisión de mudar allí, la sede del Ministerio de Educación.

El plan denominado "Treinta y todos" requerirá una inversión de 6 mil millones de pesos, que serán destinados a la puesta en valor de las viviendas, realizando labores de aislamiento en las paredes de las casas, trabajos de ventilación, estructura y saneamiento, además de mejorar el acceso pavimentando las calles y numerando los hogares.

En la presentación, el mandatario dijo: "Lo importante es que, entre todos, vayamos trabajando para que la villa 31 sea el barrio 31".

Sin embargo, cabe recordar que la villa ocupa tierras del estado en parte de los barrios de Retiro y Recoleta, que han sido usurpadas por sus moradores y si bien en principio, algunas familias se instalaron allí, armando una vivienda precaria, porque no tenían otra posibilidad, en la última década, el crecimiento de las viviendas fue descomunal y aunque menos precarias porque las construcciones se comenzaron a edificar con ladrillos, crecieron mucho en altura, algunas llegan a los seis pisos y nadie ha controlado las medidas de seguridad correspondientes, para que sean habitables y sin riesgos. También debe decirse que las conexiones de electricidad son clandestinas.

Ahora, con la novedad de la urbanización, lo que ya era un gran negocio inmobiliario, también sigue creciendo y es así que se alquilan habitaciones e incluso se venden casas, sin escrituras. De acuerdo a lo informado en algunos medios televisivos, pueden llegar a pedir $ 4.000 por el alquiler de una pieza de 16 m2 (4x4) y $400.000 por un terreno en el lugar. También se han detectado aproximadamente 900 comercios sin habilitación.

La transformación de la Villa en un barrio sería posible antes de 2019 y mientras tanto la actividad económica más pujante de la villa es el negocio inmobiliario informal.

Lo que muchos porteños piensan es que parece que se premiara lo que debería castigarse, porque amparándose en la necesidad de una vivienda digna, cualquiera usurpa tierras ajenas, en el barrio más elegante de la ciudad, construye allí su casa, exige al gobierno otras mejoras y éste se las da sin chistar, sabiendo que actúan fuera del marco de la ley, mientras otra gente sale a trabajar todos los días, paga sus impuestos con gran sacrificio y nunca llega a tener su techo propio.

Preguntando a algunos vecinos del barrio de Retiro acerca de lo que piensan al respecto, unos manifestaron indignación, otros malestar por estar en un barrio que siempre fue aristocrático y ahora tiene como vecina una Villa y quienes se muestran más preocupados dicen que “la 31 es un aguantadero de delincuentes, que cada vez están más cerca y les genera mayor inseguridad”. No se explican por qué los gobiernos anteriores han permitido ese crecimiento desmedido y ahora, “cómo es posible que se les brinden beneficios a personas que están allí ilegalmente y que incluso sacan beneficio por tener una vivienda”.

Como es de público conocimiento, el domingo pasado, en el diario La Nación, se publicó que dos bandas narcos rivales, una liderada por ciudadanos peruanos y la otra por ciudadanos paraguayos, se disputan el territorio en la villa 31 y 31 bis, a solo 25 cuadras de la Casa Rosada, pero parece que nadie lo viese y si lo ven, no actúan, "estos delincuentes, la mayoría de las veces, son indocumentados, nadie sabe cómo ingresaron al país y nadie los detiene ni son deportados al suyo", comentó Julián, vecino de Recoleta.

Susana Espósito - Publicada el Lunes 15/08/16 - 3600 caracteres