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Amistad y reconocimiento de dos héroes de la PatriaEl sábado 23 de enero se cumplen 172 años desde que el general José de San Martín le legó su glorioso sable libertador a Juan Manuel de Rosas (el día 23 de enero de 1844). Fue el día en que escribió su testamento en París y en la tercera cláusula decía lo siguiente: “El Sable que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina D. Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”. Sin embargo, el Restaurador de las Leyes recién se enteraría de semejante gesto de gratitud una vez que murió San Martín. En carta del 30 de agosto de 1850, Mariano Balcarce, hijo político de aquél, comunicó a Rosas la muerte del ilustre argentino, ocurrida el día 17 de ese mismo mes y año, y, seguidamente, le hizo saber de la cláusula número 3 de su testamento político. Asentado en Southampton, Inglaterra, Rosas recibió el sable del Libertador, dándose cumplimiento a lo establecido en la tercera cláusula testamentaria de San Martín, de 1844. En su chacra de Burguess Street Farm, Juan Manuel de Rosas tenía exhibida la reliquia dentro de un cofre, en cuya tapa hizo colocar una chapa de bronce en la que estaba grabada la cláusula del testamento ya citado. Manuela Rosas y su esposo, Máximo Terrero, fueron quienes heredaron el sable, según el testamento de Rosas y años más tarde, en 1897, Manuelita dijo: "Hemos decidido donar a la Nación Argentina este monumento de gloria para ella, reconociendo que el verdadero hogar del sable del Libertador, debiera ser en el seno del país que libertó”. El 5 de febrero de 1897, el sable salió de Southampton para Buenos Aires, en el vapor “Danube”. La noticia fue confirmada telegráficamente a Manuela Rosas ese mismo día, mientras que el periódico “El Día” de La Plata, publicaba la novedad el 6 de febrero. La embarcación arribó a la ciudad de La Plata, en la mañana del domingo 28 de febrero. Allí estuvo fondeada hasta el 3 de marzo y al día siguiente llegó a Buenos Aires. Con solemnidad, el sable corvo le fue entregado al presidente José Uriburu, quien aguardaba dentro de la Casa de Gobierno junto a sus Ministros, Jefes y Oficiales del Ejército y la Armada. El sable estuvo resguardado en el Regimiento de Granaderos a Caballo y el 24 de mayo de 2015, fue restituido al Museo Histórico Nacional, Parque Lezama, en el barrio de San Telmo. Susana Espósito - Publicada el Viernes 22/01/16 - 2590 caracteres |