Malditas escaleras

La muerte del ex jugador de Racing, Roberto Perfumo, generó todo tipo de comentarios y en algunos lectores de diarios por Internet, también surgió el tema de los restaurantes que no cuentan con baños en planta baja, dificultando el acceso de personas con problemas de desplazamiento.

Aunque el tema de la inclusión de personas con capacidades diferentes se ha tenido en cuenta, en los últimos años, dándoles trabajo, construyendo rampas en las esquinas y exigiéndolas en edificios, incluyendo menúes en braille para ciegos, etc; aparentemente no se ha tenido en cuenta que un altísimo porcentaje de confiterías y restaurantes tienen sus baños a los que hay que acceder por escaleras.

La ley 24.314 trataría sobre este tema, pero no es muy clara al respecto, por lo tanto, de existir la obligatoriedad de los locales, de tener baños en planta baja, está a la vista que no se cumple.

Esa situación limita a las personas que utilizan sillas de ruedas o simplemente tienen dificultades para subirlas y bajarlas, entonces deben limitarse a concurrir a aquellos que tienen sus baños en planta baja.

A raíz del fallecimiento de Perfumo, fueron muchas las personas que manifestaron su pena, sus condolencias y aquellos que se preguntan si el restaurante Carletto, en Puerto Madero, donde había ido a cenar el futbolista con amigos, hubiese tenido baño en planta baja, hubiese corrido la misma suerte. Es sabido que sufrió un aneurisma que lo desvaneció y cayó por la escalera, pero no es lo mismo caerse desde cierta altura, que caer directamente en el piso, donde probablemente el golpe hubiese sido más leve y tal vez se estaría recuperando, aunque nadie podría asegurarlo y es solo una expresión de deseo.

También se ha dicho que las escaleras de Carletto son de mármol y estaban enceradas... Una locura encerar las escaleras.

Es una pena que esta tragedia sea tal vez un llamado a la reflexión para evitar que ocurran nuevos accidentes.

Susana Espósito - Publicada el Lunes 14/03/16 - 1946 caracteres