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  • El excesivo uso del nombre de Kirchner

    Durante la presidencia de Cristina Fernández, el nombre de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner ha sido usado en forma desmedida y es así que más de cien lugares en todo el país (avenidas, calles, algunos edificios, etc.) lo llevan, como pretendiendo perpetuar su nombre y evitar el olvido.

    Desde que asumió el nuevo gobierno de Mauricio Macri, una de las tantas cosas que reclama la gente, como pretendiendo borrar toda huella K, es que el Centro Cultural Kirchner, que ocupa el edificio del ex Correo Central, en el barrio de San Nicolás, cambie su nombre e incluso se han propuesto nombres como el de René Favaloro, que realmente merecería ese homenaje y que todos lo recuerden.

    Ahora, el Gobierno, no solo planea cambiar el nombre del Centro Cultural sino que intenta que se apruebe un proyecto de ley para prohibir que los lugares públicos lleven nombres de personas y dirigentes antes de haber transcurrido veinte años de su muerte.

    Una de las cláusulas de la iniciativa propone hacer cambios de manera retroactiva. Así, no sólo podría cambiar el nombre del centro cultural, sino que podría alcanzar a decenas de edificios, calles, hospitales y hasta rotondas que se llaman "Kirchner".

    El texto del anteproyecto propone crear "una comisión bicameral para la Denominación de Bienes y Espacios Públicos" cuya función sea dictaminar en todos los proyectos de ley referidos a la imposición de nombres o denominaciones a bienes muebles e inmuebles del Estado, vías de circulación, obras, monumentos, y entidades en general.

    La iniciativa surgió en reuniones y charlas entre el titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi y funcionarios de la Jefatura de Gabinete. Asimismo, la idea cuenta con la aprobación del Presidente. Redactado el primer borrador en el Poder Ejecutivo, el texto fue remitido al bloque de Cambiemos en Diputados y empezó a circular entre varios bloques, en busca de consenso.

    El texto "borrador", de tres páginas y nueve artículos, propone que "las nuevas designaciones para los bienes y lugares públicos se funden en sólidas razones de naturaleza institucional, histórica o cultural" para los lugares que actualmente carezcan de denominación. "Los nombres que se impongan a los bienes y lugares públicos mencionados deben estar directamente relacionados con la República Argentina o bien revestir importancia indiscutida en el orden nacional o universal", reza el cuarto artículo.

    En el artículo 5° dice: "En ningún caso pueden designarse calles o lugares públicos con nombres de personas antes de haber transcurrido veinte años de su muerte o desaparición forzada, o de haber sucedido los hechos históricos que se tratan de honrar". Además se hace la salvedad de prohibición del uso de "nombres de autoridades que hayan ejercido su función contra el orden democrático" ni "denominaciones contrarias a los valores democráticos la paz y la concordia social, o que signifiquen una ofensa a cualquier persona o grupo", a modo de cláusula antidiscriminatoria.

    El séptimo artículo podría ser el motivo de la discordia, sobre todo con los militantes K debido a que establece: "Las restricciones son de aplicación a las denominaciones existentes en la actualidad, las que deben adaptarse en un plazo de 120 días" contados a partir de la presunta sanción de la ley. Así, todos los edificios bajo la órbita nacional que llevan el nombre "Kirchner" deberán se rebautizados en el término de cuatro meses. Tampoco podría utilizarse, por ejemplo, los nombres de Raúl Alfonsín o de René Favaloro, por citar algunos ejemplos.

    Hernán Lombardi, a quien se había consultado sobre el tema, ni bien entró en funciones y había dicho que no querían herir susceptibilidades y que por el momento todo iba a seguir así, ahora dijo: "Queremos generar un cambio cultural en un sentido republicano. Profundizar la discusión sobre cómo nominamos a través de un verdaderos cambio institucional".

    De sancionarse, la ley tendría aplicación únicamente a nivel nacional, pero cada legislatura local podrá adherir a la norma o no. En la Ciudad, por ejemplo, hay una ley de 1998 que prohíbe designar calles o lugares públicos con nombres de personas antes de haber transcurrido diez años de su muerte.


    Susana Espósito - Publicada el Miércoles 12/10/16 - 4244 caracteres