OPCIONES DEL MENU
|
Natalicio de Ernesto de la CárcovaErnesto de la Cárcova, nació en Buenos Aires el 3 de marzo de 1866 y este jueves, hubiese cumplido 150 años. Ha sido un destacado pintor, de estilo realista. Fue fundador y el primer director de la Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación, que alberga en sus instalaciones el Museo de calcos y escultura comparada y un año después de su fallecimiento fue bautizado con su nombre. Comenzó sus estudios de pintura a muy temprana edad e inició sus estudios en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Continuó su actividad en Europa, donde estudió en París, Roma y Turín. En esta última ciudad asistió a la Escuela Albertina, bajo la guía de Giacomo Grosso, obtuvo varios éxitos al exponer en dicha ciudad, donde un dibujo al pastel, "Cabeza de viejo", fue adquirido por el rey Humberto I. A los 27 años de edad (1893) regresó a Buenos Aires, donde completó una de sus obras más reconocidas, "Sin pan y sin trabajo". Expuesta en 1894 en el Salón Ateneo. Esta obra fue adquirida en 1906 por Eduardo Schiaffino, para el Museo Nacional de Bellas Artes, en donde se conserva en la actualidad. Sin pan y sin trabajo es una bellísima pintura de denuncia social, de paleta reducida, lúgubre, en la que se aprecia una mujer extremadamente delgada, amamantando a su hijo y el esposo, con gesto adusto, el puño cerrado, en un gesto de impotencia, sobre la mesa donde descansan las herramientas de trabajo. Observa por la ventana una fila de obreros pidiendo trabajo y la fábrica en la que sus chimeneas no humean, no están produciendo, no hay trabajo, ni habrá sustento para llevar el pan al hogar. En 1902 viajó nuevamente a Europa, donde se desempeñó como director del patronato de becarios argentinos. Fue además profesor de la Universidad de Buenos Aires, donde en 1921 creó el diseño del sello mayor de esa casa de estudios. Falleció el 28 de diciembre de 1927 en Buenos Aires, sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta. Estaba casado con Dolores Matea Pérez del Cerro y García de Cossio. Vale la pena visitar el Museo que lleva su nombre, en Costanera Sur, donde el público disfruta de esculturas de distintos períodos y se sorprende con calcos impresionantes como El David, La Piedad, el Moisés, la Victoria de Samotracia y otras. Susana Espósito - Publicada el Jueves 03/03/16 - 2264 caracteres |