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  • Mientras algunos destruyen, otros reconstruyen

    ¿Cuánto más fácil es destruir que construir? Así como se tardan varios meses en construir un edificio, una bomba puede destruirlo en segundos, así como se demora en la fabricación de vagones de subte y luego adaptarlos e instalarlos para su circulación, en pocos minutos, los vándalos los grafitan y destruyen.

    Sin embargo, no todo está perdido, también los seres humanos nos complementamos bien y así como están los destructores, existen los que proyectan trabajan y hacen de este un mundo mejor. Claramente podemos apreciarlo cuando los noticieros muestran ataques terroristas y médicos sin fronteras que intentan salvar vidas, curar heridos, también quienes rescatan en el mar a las personas que huyen en busca de refugio y tantas otras actitudes que se contraponen.

    En el arte ocurre lo mismo, vemos pintadas en fachadas, destrozos de monumentos y también hay grupos de jóvenes que intentan proteger e incluso embellecer con su trabajo la ciudad. Así surgió el Proyecto Persiana, integrado por un grupo de jóvenes que decidió cambiar el aspeco de las persianas de los comercios, descuidadas, grises o vandalizadas.

    La idea fue transformar esas persianas de Buenos Aires y embellecerlas con arte y así se formó un equipo de trabajo, que con el permiso de los comerciantes puso manos a la obra, con la colaboración de algunos grafiteros y muralistas.

    Comenzaron a trabajar en 2015, en una cuadra de la calle Libertad al 100 y poco a poco se produjo un efecto contagioso, porque al ver los bellos resultados, se fueron sumando otros comerciantes que también pidieron que les pinten las de sus locales. Así fue que pintaron las primeras 15 persianas y desde sus inicios hasta la fecha, ya va en camino la cuarta edición y cada una creció en número de persianas, artistas y expectativas.

    "No puedo creer las posibilidades que están surgiendo. Fue un proyecto que empezamos porque nos divertía y ahora se están abriendo puertas y oportunidades", señala Santiago, quien tuvo la idea que dio vida al proyecto.

    Además de la transformación estética y de sensaciones, apuntan a lograr que la labor de los artistas sea reconocido y éstos tengan un espacio para generar ingresos propios. En este camino, diferentes marcas y sponsors ya han apoyado a Proyecto Persiana para seguir creciendo.

    El cuarto encuentro será el próximo 26 de junio. Reunirán a más de sesenta artistas y persianas, e intervendrán la calle Talcahuano, desde Rivadavia hasta Corrientes. Cada edición debe llevarse a cabo los domingos, que concuerda con el horario en que los comercios se encuentran cerrados. A la mañana, antes de que lleguen los grafiteros, el equipo de Proyecto Persiana cubre las veredas con cartón corrugado. Cerca de las 9.30 comienzan a llegar los artistas convocados y, por orden de llegada, buscan esa persiana que no se encuentra perforada y es más fácil de pintar. Los artistas convocados deben realizar la obra en aquella jornada, que finaliza alrededor de las 18 o 19, en las primeras horas del anochecer.


    Susana Espósito - Publicada el Martes 14/06/16 - 3035 caracteres