Cerró "Chiquín", un emblemático restaurante

En nuestro país se están viviendo momentos económicos complicados y eso se refleja en el cierre de locales comerciales, en diferentes barrios porteños.

Locales de indumentaria de primeras marcas que estaban instalados en avenida Alvear, otros en avenida Santa Fé, varios en la calle Florida; también Cafés notables, como por ejemplo la Richmond, hoy convertida en una casa de ropa deportiva y ni qué hablar de la cantidad de restaurantes que cerraron sus puertas, porque claro está, que en épocas de crisis, la gente deja ciertos gustos de lado porque hay otras prioridades.

Ahora le llegó el turno de cerrar sus puertas al restaurante Chiquín, un clásico porteño situado en la calle Perón 920, que había sido inaugurado en 1905.

Desde hace algunos días, se observa en la persiana, un cartel en el que una inmobiliaria anuncia la venta del lote que ocupó durante más de cien años este restaurante.

Según comentan algunos vecinos, cada vez iba menos gente. Probablemente, muchos oficinistas que disfrutaban de su almuerzo en Chiquín, han cambiado sus hábitos y eligen almorzar algo trivial o algún menú económico, para abaratar costos.

El restaurante Chiquín ocupaba el edificio donde antiguamente estaba la fábrica de chocolates Godet y a fines del siglo XIX, vendió el mismo al señor Osvaldo Bosissio, quien lo transformó en un edificio de cinco pisos que funcionó como hotel familiar.

En 1905, un comedor que estaba en el Pasaje Carabelas, administrado por el empresario Francia, se mudó a la planta baja del edificio y pasó a llamarse "Gran Restaurante Chiquín”, siendo administrado por Francia y Borsalino.

En poco tiempo se convirtió en un restaurante de renombre, cuya especialidad eran las ranas y el chicken pie.

La crisis de 2001 hizo que cerrara sus puertas y luego de una importante restauración que le otorgó cierta distinción y elegancia, reabrió en 2005, totalmente renovado y la Secretaría de Cultura porteña lo declaró "Testimonio vivo de la memoria ciudadana". Se le sumó un wine bar, un show de tango y una carta moderna, aunque el fuerte siguió siendo la parrilla (para muchos, incluso mejor que la de grandes restaurantes de Puerto Madero).

Ahora, nuevamente los problemas económicos trajeron como consecuencia la disminución de la clientela y seguramente, ese haya sido el motivo de su cierre.

Susana Espósito - Publicada el Jueves 20/08/15 - 2350 caracteres